por Melissa del Mar
Costa Rica es un país con alturas, climas y realidades diferentes. De acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica, es uno de los 25 países con mayor biodiversidad del mundo y uno de los 20 megadiversos en flora y fauna[1]. Y así de diversa resulta la colección de voces publicadas en el Dossier: Costa Rica.
Para dar inicio a este texto, es prudente mencionar que así como lo es en el caso del recorrido de este país centroamericano, en el dossier en cuestión, si bien hay un orden de textos, no hay un punto establecido ni de inicio, ni fin. Cada poema recrea una suerte de postal para conocer todas las verdades y realidades que habitan a Costa Rica. En resumen, el dossier es un mapa variopinto en donde es posible encontrar voces distintas desde sus propios estilos literarios, hasta las heridas que cada uno de los poemas sangra; las realidades que cada verso observa. Y que sobre todo, hoy se reconocen como visiones periféricas, que al alzar la voz y hacer poesía, también están haciendo política.
Karel Kosik señala que existe una inevitable comunicación multidireccional entre un texto literario y las realidades que le circundan[2]. Lo anterior se manifiesta en la siguiente cita de Kosik a propósito de la literatura: “muestra un doble carácter en indisoluble unidad: es expresión de la realidad, pero simultáneamente crea la realidad, una realidad que no existe fuera de la obra o antes de la obra, sino precisamente sólo en la obra”[3]. Es decir, que además de poder comprender y adentrarse al texto mismo, de acuerdo con Kosik, el lector también puede tener acceso a otra perspectiva de la realidad; es debido a este diálogo que se generan patrones entre los textos poéticos que permiten identificar a qué se debe lo que se escribe[4]. En otras palabras, la suma de conversaciones entre textos literarios y su contexto permiten determinar el rumbo que generacionalmente tomará la poesía.
Ahora bien, sobre la poesía costarricense contemporánea, Camilo Retana la nombra y reconoce como un discurso en contra de las narrativas hegemónicas[5]. Con ello, refiere a una poesía que denuncia, reflexiona, expone y se escribe desde la periferia y desde las voces de la alteridad que no habían sido incluidas ni reconocidas dentro de los márgenes de la hegemonía literaria. Aunado a ello, Retana conversa con el poeta Luis Chaves, sobre cómo la poesía contemporánea costarricense se caracteriza por partir “de la pregunta, la duda, el cuestionamiento”[6]. Es precisamente esa postura de duda frente a lo cotidiano la que permite que hacer poesía desde la herida y el silencio sea también hacer política.
Ahora, es prudente mencionar que se puede segmentar la colección de poemas del dossier en dos grandes grupos que, aunque diferentes, comparten el hecho de escribirse desde la periferia: uno siendo poesía sobre y desde la voz marginalizada de la mujer y el otro siendo la realidad desde la visión del poeta cotidiano, que lucha contra el olvido. En primer lugar, el segmento sobre la mujer y su perspectiva, está conformado por los poemas de Adricin Alarcón, “Primer resarcimiento” de Hillary Pauline, “Yo” de Vilma Zavaleta y “Acufenos” de Ángeles Chacón. Los anteriores son textos que se escriben desde la voz y perspectiva sistemáticamente silenciada de la mujer centroamericana y afrodescendiente; que se presentan en contra de la hegemonía que durante tanto tiempo ha mirado hacia otro lado. Asimismo, es importante citar a Nuria Varela sobre la necesidad e importancia sobre el generar espacio para estas voces: “habría que escuchar a las mujeres del mundo porque, por fin, ellas deberían de tener la palabra”.[7] Es decir, los poemas antes mencionados son escritos que permiten saber que existen realidades similares a la propia, realidades que se enfrentan a la silencio y, por medio de la poesía, alzan su voz.
En segundo lugar, ya sea de manera directa o indirecta, los poemas “Persigna” de Don Navarro, “2” de Alison Morales e “Hilo” de Rogelio Coto exponen la voz y realidad del poeta y su quehacer poético a la vez que rompen esa cuarta pared que separa al texto de su lector. Poesía que se enuncia desde la alteridad del poeta cotidiano, un poeta no enaltecido. Lo cual se personifica y representa “a millones en el mundo. Su experiencia no tiene altavoces”.[8] Justo es por dicho motivo, que surge la necesidad de generar espacios para escuchar más sobre esas realidades que, a su vez, ponen en la conversación el hacer poesía en la Costa Rica contemporánea. Un país al que, si bien no se le ha dado reconocimiento por su creación literaria, sí cuenta con una importante variedad y calidad poética. No configurar dentro de los márgenes dominantes de la literatura no le resta a un texto su condición y calidad literaria; motivo que perfectamente permite cuestionar la inclusión, diversidad y variedad que las hegemonías de las grandes editoriales, instituciones y académicas literarias tienen. Por ello, retomando a Viviana Gonzáles, es posible exigir que si no hay libertad en el sistema social que nos circunda, por lo menos que esta sí exista en la literatura[9].
Como parte de esa exigencia y manifestación, es momento de leer textos que retratan perspectivas que difícilmente se encuentran en el canon dominante. Por cierto, vale la pena señalar que, si bien la selección de poesía costarricense presenta temáticas que la misma hegemonía literaria trabaja (de acuerdo con Retana, tales como el amor, la vida o la condición humana[10]), son escritas desde las voces de la periferia. Es decir, son textos políticos porque, en palabras de Retana, se escriben “desde ese sí mismo desgarrado que resiente el orden de cosas establecido”[11]. Por ello, incluir a la voces de la periferia, explica Fernando Villarraga, es “abandonar los gestos tradicionales (…) frente a lo que desafía su visión y sus valores”[12]. Lo cual, de manera consecuente, permite conocer e identificar las perspectivas descoyuntadas y generar espacios literarios más libres. Latinoamérica, en palabras de la revista política y cultural brasileña Caros Amigos, es un «pueblo compuesto de minorías, pero en su mayoría un todo[13]». Por lo tanto, en un sistema que se construye y perpetúa a base de desigualdad y diferencias, unirse a través de la literatura es un acto político y de resistencia.
¡Pueden leer el Dossier: Costa Rica en este portal!
NOTAS
[1] Ministerio de Ambiente y Energía. “Capítulo I”, en Informe del estado del ambiente. Costa Rica, San José, 2018. p. 12.
[2] Kosik, Karel. “Estudio sobre los problemas del hombre y el mundo”, en Dialéctica de lo concreto. (Trad. Adolfo Sánchez Vázquez). 1967. p. 143.
[3] Kosik. p. 137.
[4] Kosik. p. 145.
[5] Retana, Camilo. “La poesía no sirve para nada”: poesía joven costarricense como discurso contrahegemónico, en Revista de Lenguas Modernas, núm. 10, 2009. p. 31.
[6] Retana, Camilo. Entrevista a Luis Chaves. 2008.
[7] Velarde, Nuria. “La mirada feminista: ¿Para qué sirven las gafas”, en Feminismo para principiantes, 2019. p. 100.
[8] Velarde. p. 99.
[9] González, Viviana. “Introducción”, en Diles que me maten, que me lean. 2020.
[10] Retana. p. 27.
[11] Retana. p. 31.
[12] Villarraga, Fernando. Literatura marginal: la voz letrada de la periferia, en Hojas Universitarias. Universidad Federal de Santa María, 2017. p. 77.
[13] Caros Amigos. “A cultura da periferia”, en Literatura Marginal, 2001. (Atos I, II e III).
Fuentes citadas:
Caros Amigos. A cultura da periferia – Literatura Marginal. (Atos I, II e III). São Paulo, Brasil. 2001.
González, V. Diles que me maten, que me lean. Introducción. Ciudad de México, México. 2020.
Kosik, K. Dialéctica de lo concreto. Estudio sobre los problemas del hombre y el mundo (Trad. Adolfo Sánchez Vázquez). Grijalbo. Ciudad de México, México. (1967): 137-145.
Ministerio de Ambiente y Energía. Informe del estado del ambiente: Costa Rica. Capítulo I.SAN José, Costa Rica. 2018.
Retana, C. [Entrevista con Luis Chaves]. San José, Costa Rica. 2008.
Retana, C. La poesía no sirve para nada”: poesía joven costarricense como discurso contrahegemónico. Revista de Lenguas Modernas, N0 10. San José, Costa Rica. (2009): 27-35
Varela, N. Feminismo para principiantes. Editorial B. Barcelona, España. (2019). 99-100.
Villarraga, F. Literatura marginal: la voz letrada de la periferia. Hojas Universitarias. Universidad Federal de Santa Maria. Santa María, Brasil. 2017.
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Melissa del Mar (1999), estudia la licenciatura de comunicación y medios digitales en el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Cuenta con un diplomado en Literaturas Mexicanas en Lenguas Indígenas (2019), ofrecido por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Su trabajo ha sido publicado en las revistas Suterm, Mood Magazine, Campos de Plumas, MásCultura de Librerías Gandhi, en el periódico El Universal y en el Podcast de Spotify Pata de Mono. Además, es jefa de difusión y comunicación de Cardenal, Revista Literaria y directora de arte y cultura del periódico PICO Informativo.