por Daniel Esparragoza
Factorización familiar
De ocho pasamos a ser siete. y nos acostumbramos a contestar cuando preguntan cuántos son que ahora somos un número primo. De ocho pasamos a siete veces hermano. Y todavía nos negamos a la resta de uno en el entero divisible por apellido, suma por el término hermano. De medios pasamos a enteros, enteros fundidos por el uno no divisor por el que somos siete.
Intento de Vacaciones I
Es la primera vez que vemos el mar. Una sábana de crustáceos varados nos dio la bienvenida a este rincón, gris y muerto, muy distinto al paraíso planeado durante 3 meses. La playa hervía en un rosa mineral de cadáveres marinos y la espuma se encargaba de llevarlos traerlos estancarlos. Vaivén donde la muerte alimentaba el graznido incesante del cielo. ¿Qué protección dio el caparazón ahora astillado, fisurado, pulverizado ante el viaje autoritario del mar? A lo lejos pequeñas manchas pálidas intentan regresar al hogar que los regurgitó. Unas lo logran, agonizantes, Otras recién llegadas nos quedamos un tiempo para después también volver a casa a esperar con temor el próximo oleaje.
En mis tiempos quería ser…
Escuchábamos las buganvilias, un ir y venir de marea purpúrea. Decías que este era tu mar, querías estar con ellas. Las veíamos desde tu cuarto. Apenas podías hablar y tu voz así de tenue como tu mar en pleno patio. Te llevaron, ya te llevaron. Solo ellas te escuchaban, te adentraste a esa marea púrpura danzante con el viento. ¡Ahora estas con ellas, ahora eres buganvilia!

José Daniel Pérez Esparragoza (Pachuca de Soto, Hidalgo, 1996) actualmente estudia
Escritura Creativa y Literatura en la Universidad del Claustro de Sor Juana. En 2018
cursó el seminario en Letras Clásicas, impartido en la Universidad del Claustro de Sor
Juana.