Los hallazgos poéticos en Entropía de Alex Chang Llerena

por Francois Villanueva Paravicino


El conjunto de poemas de Entropía (Golem Editores, 2019), con subtítulo Poemas desde el silencio, de Alex Chang Llerena, posee un aura metafísica de exploración, búsqueda, descubrimiento e intento de conocimiento y sabiduría sobre las principales preocupaciones e inquietudes que sufre el hablante lírico y que, como podrán dar fe gran parte de los poetas, expresa lo que siente, sufre, teme, repele, lamenta, conoce o desconoce el poeta.

Los poemas que leí de este joven autor, que nació en 1996, despierta la sensación de reunir sus tempranos y jóvenes acercamientos al mundo y a la realidad, con todo lo que ello implica, como los rechazos que provoca, por ejemplo, la injusticia y la pobreza; las pasiones que despierta el arte y la ciencia; la duda existencial que uno soporta al ver la realidad con otros ojos; o el peso de llevar sobre hombros una discapacidad que, como afirma el vate, no es una incapacidad.

Sobre esto último, vale recalcar que el poeta Alex Chang Llerena ha sido diagnosticado con autismo desde temprano, pero aquello no le ha impedido ser un buen estudiante de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), además de gozar reconocimientos en varios concursos literarios del país. Y en este poemario se revela eso: de alguien cobrando mayor oficio y técnica en lo que ha elegido para liberar sus demonios personales, históricos y culturales.

Hablar de “demonios” o “espíritus” en la poesía de este joven poeta no es gratuito, sino que ya fue reconocido por el prologuista Marco Antonio Quijano, Premio Copé de Poesía 2017; y creo yo que obedece a la lógica del poeta joven como vidente azuzado por sus propias exploraciones, hallazgos y problemas; pues el artista sobre lo primero que reflexiona es sobre sí, su propio yo, su condición personal en el mundo. A partir de ahí, si pasa a la siguiente etapa, su mundo creativo cobra mayor fuerza y potencia, además de complejidad y artificio.

Por ello, el arte lírico de Alex Chang Llerena versa, también, sobre el amor a la poesía y el arte, como en el primer poema de su libro: “Apagar el fuego, tarea de dioses”, donde el hablante lírico canta: “Caliente como el fuego / -Razón perdida- / El infierno se apodera de todo / El cielo viene a tu rescate // Poesía divina y bendita”. O, además, en el poema “Rimas asesinas”, donde la voz lírica escribe: “Rimas asesinas / Asesinan el rencor / Asesinan los miedos / Dan muerte a los demonios”. También existe una creación titulada “Poesía incondicional”.

Además, se cuestiona literalmente sobre sus demonios en el poema “He acabado mi balada”: “Enfrentar mis demonios / Es soportar el fuego”. Así mismo, en estos poemas se es consciente de la lucha entre la razón y la irracionalidad, como en “La rabia del perro”. Además, la desesperación está presente en “Grita”. Por otro lado, se indaga por cuestiones filosóficas, como en los poemas “¿Has oído hablar del tiempo?”, “Muerte”, “Homos sapiens traicionado”; o por cuestiones científicas, como en las composiciones “ADN” o “Genes”.

También el joven poeta le canta a “Túpac Amaru” o “Vallejo”, como dos figuras imponentes que lucharon contra las injusticias y las inequidades de su tiempo, ya uno en el lado político y reaccionario, y el otro desde la literatura y, en particular, desde la poesía. En tal sentido, otra composición lírica de protesta social o de raíz contestaria, es el titulado “Huyendo del infierno”, donde se menciona a la “crisis política, social y económica” (es una paráfrasis).

Leer al joven Alex Chang Llerena es leer la “palabra desnuda”, como afirman los responsables de la edición antes de citar un poema de Birger Sellin, el primer poeta autista que llegó a publicar un libro en Alemania. Y tal vez aquello defina bien la poética de Entropía, un poemario libre de artificios y oscuridades, sino límpido y transparente como los primeros ríos del hombre.


Francois Villanueva Paravicino. Escritor peruano (1989). Egresado de la Maestría en Escritura Creativa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Estudió Literatura en la UNMSM. Ha publicado Cuentos del Vraem (2017), El cautivo de blanco (2018), Los bajos mundos (2018), Cementerio prohibido (2019) y Azares dirigidos (2020). Textos suyos aparecen en diversas antologías, páginas virtuales, revistas, diarios, plaquetas y/o; de su propio país como de países extranjeros. Ganador del Concurso de Relato y Poesía Para Autopublicar (2020) de Colombia. Finalista del I Concurso Iberoamericano de Relatos BBVA-Casa de América “Los jóvenes cuentan” (2007). También, ha sido reconocido en otros certámenes literarios. 

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