Cuatro poemas de Juan Garrido-Salgado

por Juan Garrido-Salgado

Visita a la Casa de Ernesto Cardenal en Managua

“Tampoco soy la persona indicada para hablarle de América Latina y el mundo porque vivo encerrado y veo muy poca gente y no tengo mucha información que darle, más bien necesito que se me informe. Veo muy poca gente, pero reciba mi cariñoso saludo”.

Ernesto Cardenal.

I
Fue julio, 2019
poco antes de que la muerte lo llamara,
sé muy bien que no hay horario para embarcarse
ni para golpear la puerta
como lo hacen los poetas impacientes.
Yo ahí estuve en la espera
aterricé días antes del aniversario
del triunfo de la Revolución Sandinista.
Con el alma de guerrillero sin revolución.
Salí del aeropuerto de Managua
mojado de sudor y de no saber qué iba a suceder después.
Mis maletas sostenían el peso de la fuga
nadie me espera.
Llamo a Gloria Gabuardi, secretaria del Festival,
Me dice: ‘espera ahí vamos en camino’. 


II
Al otro día, Ernesto Cardenal en casa,
camisa blanca, pantalones cortos y un cintillo en la cabeza.
Sentado a la diestra de lo que fue un día Managua,
Solentiname es su paraíso, yo lo saqué de él por unos días
traía consigo una oración traducida al idioma de las estrellas.
 
 
III
Me alojo en el hotel: Rubén Darío
duermo en un verso casi azul
entre sabanas vacías sin el nombre de las musas.
Después del desayuno en el Café de los Poetas
me pasa recoge Luz Marina Acosta,
amiga y secretaria personal de Cardenal.
Llegamos a la casa; yo, como naufrago respirando hondo en la puerta,
más bien en la orilla de un muelle de emociones
ahí estoy casi al costado de una estrella caída al lago
soy puñado de polvo
versos aguados por la larga espera.
Mis manos frías de no abrazar a nadie en el camino
ahí está sentado en su sillón
preguntándose versos de espacio, estrellas y ciencia.
Su escritorio iluminado por una lámpara ahogada de libros
en el medio la máquina de escribir con papeles
que rezan oraciones de luna a la diestra del sueño,
no sé si del Dios de Solentiname o de aquel que lo castigó.
Cardenal bendice cada día en el hambre del hambre el pan que nos oprime.
Yo creo en la bendición de su presencia de santo, pastor de ovejas sin tierra,
más bien lleno de miseria
pastando sin pasto, versos de la revolución abandonada
palabras que no salen/no aparecen
en la elocuencia del encuentro.
(Soy lo que pude ser después de la tortura/ un sobreviviente en el amor herido).
Confesión para una conversación inconclusa
Nunca imaginé llegar hasta la Nicaragua Sandinista
y leer versos de mi libro:  Cuando fui Clandestino
Nunca imaginé llegar a la bahía: Salvador Allende
Y saludar al compañero presidente con un mitin
de versos, banderas y libros que no he vuelto a leer.
Don Ernesto me dice hasta mañana poeta, me sugiere:
otro día, leo sus labios como un verso antiguo
‘Escucha mi protesta/Porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores’
Doy las gracias, recordé estos versos por allá en las calles del Chile de 1980.

24 June 2020- Adelaide.

‘Voy para Salvador Allende dicen los caminantes…’. Eduardo Galeano

Fuimos tragedia creada por USA-CIA
 
Nixon y Kissinger estrategas del horror del 11/9/1973.
 
 En las calles de la población
 
techos que fueron antesala
 
ojos anunciando llamas, fuego 
 
ráfagas y sombras de la maldad en aquel Santiago.
 
Prohibidos los parques 
 
picoteábamos como pájaros contra los muros de la opresión
 
sangrábamos en la corteza de la muerte.
 
 
Tiempo después, 1976 fuimos teatro callejero
 
salíamos como marionetas del amor
 
desvistiéndose del miedo entre diálogos de actores de barro
 
por las calles, iglesias y sindicatos.
 
El coraje se hizo escenario mirando la luna.
 
volvía a salir la sonrisa oculta
 
tras las ventanas de tanto allanamiento.
 
Los soldados disparaban a los atardeceres de septiembre.
 

Fuimos la reencarnación de Juan Rulfo en ese Santiago de 1973.
 
Recuerdo haber leído: 'Comala'
 
no solo fue lectura, hablábamos entre (nosotros) muertos y vivos.
 
Fuimos primavera truncada.
 
'Cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace'*

 
*Juan Rulfo- Pedro Paramo
 
11/9/2019

Eight feathers of a dead bird

Eight feathers of a dead bird
ocho plumas sin vuelo ni eternidad 
huérfanas de pájaro caído
al jugoso mordisco de la huerta. 
Ocho plumas del aire 
 aterrizan en la muerte del sabor 
de aquella naranja comida en la mirada 
del pájaro devorado por las circunstancias.
 
Caer como si fuéramos amanecer triste 
hundiéndonos tierra adentro
raíz de alas felices que fuimos en vuelo.

Me entrego a la ciudad de la Habana

cansado o enfermo
estoy en el hotel donde duermo
caí, como viajero entrando a las sabanas húmedas
como cae un soldado de la revolución
en su cuerpo heridas y sudor del tiempo.
Caminamos bajo el paraguas de Julio
                     entre calles B y C de Vedado.
La lluvia que nos ata a los labios de Oviedo
mojándonos el alma de lo que somos.
 
Abajo voces, conversan, analizan la desnudez
como una realidad ardiente.
Me lavas el cabello, beso tus lunas ardientes
sacudimos el alma, late lo que gozamos.
Caigo de rodillas, me sumerjo en la alegría de tus ojos
penetro un verso de Guillén en busca de la música que canta tu cuerpo
hundo mil veces la suavidad de mis dedos y lengua
en la marea de océano que vuelve a mi orilla ardiente
beso quejidos eternos
labios rojos me dan el día victorioso de la revolución.
 
Yo, en entre versos que me hablan de ti
no sé quién soy, sigo anclado en los recuerdos de la Habana.

Juan Garrido-Salgado emigró a Australia desde Chile en 1990, del régimen que quemó su poesía y lo encarceló y torturó por su activismo político. Ha publicado ocho libros de poesía y su trabajo ha sido ampliamente traducido. También Garrido-Salgado, ha traducido al castellano obras de varios destacados poetas aborígenes y australianos. Tradujo a cinco poetas aborígenes para la antología Espejo de Tierra / Earth Mirror (2008). También tradujo al inglés la Antología Trilingüe de Poesía Mapuche, junto a los poetas Steve Brock y Sergio Holas. Su libro bilingüe When I was Clandestine formó parte de una gira poética del Festival Internacional de Poesía de Granada en Nicaragua. México y Cuba (La Habana) 2019. Hope Blossoming in Their Ink. (La Esperanza Florece de su Tinta).2020. NSW-Australia. Publicado por la editorial Puncher & Wattmann.

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