por Giselle Lucía Navarro
Mi primer encuentro con esta poeta fue a través de una publicación en la revista Refugios, de Argentina, en la que ambas colaboramos, luego leí algunas de sus entrevistas y fue un enorme redescubrimiento. “Escribo poesía porque quiero traducir mis visiones metafísicas en un lenguaje palpable (…) Para ser poeta, tenés que ser valiente y sincero”, dijo en una ocasión. Había tanta poesía en sus experiencias de vida como en sus textos, una energía espiritual que te impulsaba a crear, como si la conocieras desde hace mucho tiempo y esa mujer fuese una vieja amiga. Había algo sencillo y sincero depositado detrás de cada palabra. Las traducciones, vestir y desnudar la palabra de un idioma a otro, a veces suponen cierta pérdida, pero lo vital permanece.
Nataša Sardžoska nació en Skopje, Macedonia, en 1979. Es poeta, escritora, periodista, antropóloga, profesora, bailarina y traductora (FR, ES, IT, EN, PT, CA). Doctorada en antropología por las universidades Eberhard Karls de Tubinga, Sorbonne Nouvelle de Paris y la de Bérgamo. Ha vivido y creado en París, Roma, Milán, Stuttgart, Bruselas, Lisboa, Heidelberg, Rijeka, Perpignan, Barcelona y Skopje. Ha publicado los libros de poesía: Habitación Azul, Piel, Él me arrastró con un hilo invisible, Agua viva y Coxis, ensayos en revistas internacionales, novelas cortas y cuentos en la antología Asombro. Su libro Piel fue publicado en Estados Unidos y en Italia, y su libro Coxis en Kosovo e Italia.
Su poesía se ha traducido y publicado en diversas revistas literarias internacionales. Participó en muchos eventos y festivales, entre ellos, el Festival de Poesía de Bratislava, en el museo Revoltella de Trieste, el festival Parole Spalancate de Génova, el Festival de Poesía de Berlín junto a su improvisación de danza jazz y poesía, y el festival de poesía Sha’ar Helicon en Tel Aviv, acompañada por saxófono y contrabajo, en una improvisación de danza contemporánea. También en varias ciudades de los Balcanes (Belgrado, Sofia, Rijak, Plav). Su poema Muñeca de cuerdas fue publicado en inglés y español en la antología internacional contra el abuso infantil por el Festival Internacional Grito de Mujer.
Con un lenguaje directo, deshabitado de adornos y discursos impropios, Nataša urde sus versos como quien dibuja su pasado, el pasado que vivió en su piel o en su cabeza. El padre es una figura recurrente, un hilo que marca el hogar, la sangre, la raíz… en una poesía contaminada por todos esos impulsos creativos que la circundan. Lo corporal, lo femenino, la sociedad, la marca de todo lo que le rodea, los pasos que avanzan, el ojo que mira, que siente, el cuerpo que emigra, el cuerpo extranjero, la mujer de cara a su soledad, el recuerdo, la carne, el dolor, su mundo interior traducido en palabras sobre el papel. Todo dibujado con la crudeza necesaria, sin disfraz.
Nataša se maquilla, baila tango, recita poesía, interpreta palabras en idiomas que atraviesan su cabeza y hacen de su cerebro un motor ágil, sonríe y escribe. Dibuja su libertad en cada gesto. Su país no existe en ninguna parte, como asegura tantas veces en su palabra. Su país es ella misma y su conciencia.
SIN HOGAR
vivo en espacios extranjeros
entre gente extranjera muevo mi cuerpo
gente que no esculpe mi existencia
sino solo mis sombras
soy el pasaporte agarrado
en las credencias de las recepciones de hotel
me pasan por alto las señales perdidas
en el éter de las estaciones de radio
de las cabinas telefónicas llamo
y busco la voz de mi padre
ella gorgotea en el eco de la distancia
nos separa solo el vidrio sudado de respiración
me llamo con muchos nombres
y pertenezco a muchas naciones
pero solo este cuerpo me pertenece
aunque me estoy separando de eso
para volver a mí
en mi padre
en mi hogar
que no existe
[y que nunca existió]
en un nombre que no existe
excepto el que me impusieron:
clavado desde el corazón
de mis huesos
fracturados
DI-AMANTE
vos y yo
dos grandes silencios en el mar
dos manos que no tocan pero alcanzan
caminamos en la estepa de esta ciudad
salvajes por la desobediencia del mundo
cosechamos la aguda brillantez por dentro
para encontrarnos
para limpiar todas las manchas
para destruir todos los mundos en un respiro
para cristalizar las gotas de nuestros cuerpos
voy y yo
dos grandes silencios en el mar
dos manos que no tocan pero alcanzan.
(Di-amante, traducción por Elsa Barreda Ruiz)
COXIS
pido perdón por mi país
acurrucada sibilante hinchada
vena
se dispersa
esta condena
y dos veces resuella
en cada paso fronterizo
y germina luego en un mar
sin el derecho a ser nombrado
el testamento insidioso del desierto
hace eco en mis huesos
en la patria renunciada
tragada en los nervios torcidos
alrededor de mi columna vertebral
que limpia todo el polvo del mundo
mientras me caigo
esperando los ingratos atardeceres
expulsada
exiliada
este poema no es hermoso para ustedes
porque es solo una manchada de tierra
en el puñado que salpica y colapsa
como el semen del hombre que se vuelve padre
en ese congelado instante de mudez
cuando penetra
y grita
y gime
y luego:
desaparece
DESENCUENTROS
las flechas del reloj se detienen
en el acantilado lastiman la vista
los pasos fallados
los cuerpos revelados
te dije que te quitaras la ira
enterrarla en barro y tierra
para desgarrar la agudeza de la lengua
para soplar la niebla sobre la ciudad
para verme blanca y frágil
aun derramada afuera de mí misma
sin defensas elegidas
sin palabras defensivas
sin mí
no hay tierra para ti
ni habrá
mientras huyes de ti mismo
no hay dolor
ni sombra
que te esconda
de tu luz
ni brillo
que te caliente
en tu mentira
tratarás de esconder todas las pulsaciones en los ojos
pero brotarán de nuevo las llamas ardientes
las lenguas de tu semilla
los tiempos de nuestra raza
[porque este tiempo cura y quema]
como una carne salvaje donde nos sumergimos
ahí te escondes como un cuchillo
que busca algo en la herida abierta
y las fechas por fin van a coincidir
y la lengua desconcentrará
y las palabras desteñirán
pedazos sobrevividos de la mesa vacía
seremos reducidos a silencio:
el silencio de la elección
de la que no se escapa.
SI NOS HAYAMOS SALVADOS
si nos hayamos salvados de la sed y del hambre
si hubiéramos derrotado la trampa de la necesidad
nos hubiéramos convertidos en jinetes sobre toda la mala suerte
hubiéramos galopeado rápidamente
por encima de las interrupciones neblinosas del cielo
hubiéramos eliminado la hipocresía de la bandada
que vuela solo por necesidad
sin rumbo y sin destino
un día al norte un día al sur
ahora por encima de la rama florecida
ahora por encima de la roña podrida
nos hubiéramos convertido
en números impares
del rebaño
de brujos
solitarios:
pero para todos los demás
excepto para nosotros mismos
PALIMPSESTOS ROMANOS
mientras tu ala macabra ondea sobre ellos
(…) inquieto en ellos mi corazón late.
aco sopov
oigo la voz de mi padre
en el barrio judío al lado de la sinagoga
se desgrana a través de fachadas ocre-naranja
y se derrama entre los adoquines
no es capturada
ni indignada
es solitaria
sin hogar y muda
como una ola de tsunamis
como un vencedor inesperado
quien se acercó con amor a la justicia histórica
por la noche las gaviotas aterrizan sobre los adoquines
pican las migajas entre las piedras
y devuelven al cielo la voz
polvo de luz radiante:
hay demasiada belleza en este mundo
es inevitable
es ineludible
pero la voz de mi padre
ya no la puede
susurrar
*
el mundo te abandonó
la primavera no florece más mágicamente
y ya no la sentirás más
tus jardines con romero preguntan por qué no estás
el sol de abril quema tus persianas gélidas
y ya no te alegrarás ni con los soles implacables
ni con los más lentos que se van detrás de la luna
y no habrá más luna
excepto esta aguja de la soledad
cristal extraviado dentro del bosque mudo
manada de lobos hambrientos a la medianoche
espejo del pasado
que se quiebra áspero y pálido
como un sol perdido
lejos de su órbita
enhebrando el hilo:
el eje de mis agonías
roma, 4 de abril 2019
HIMEN
después de volverme al primer aval judío en la cama ensangrentada de la américa del sur bebí toda de una vez la violencia de la realidad [y el elíxir para una cara sin arrugas para piel de colágeno lisa como serpiente para un culo duro como una avellana] y me puse en la vagina un corazón crudo de gallina lo empujé con mi dedo medio bien en lo profundo de la pelvis así que me convertí en demiurgo de mis propias costillas
MUÑECA EN CUERDAS
Caminante soy por el asfalto mientras los conejos silvestres están gritando en agua hirviendo sacrificadas conspiraciones palabras no reveladas. En cada paso que tomo inhalo sangre para vivir. Estoy acostada en el chorro flores desconcertadas fluyen en mi cabello Tú y yo incalculables pasos de la carne una ciudad como cualquier otra que caminamos y no sabíamos y no nos conocíamos. Cuando todo está fermentando vivo en el agua vertiginosa las lenguas de los dragones muertos se levantan para decirnos estoy aquí: te sigo desde cada puerta del aeropuerto sé que cuando escucho tu nombre es una música con ritmo desconocido y tiemblo de tu mirada y perdí mi voz cuando viniste a mí y mi piel se estaba volviendo negra después de cada paso desconcertado de la tuya mis pezones duros mis labios ardientes como de invierno: sabía que éramos una misma ciudad una misma sombra una misma lluvia y la noche anterior a la que te conocí estaba llorando como una niña antes que tú entraras en el jardín japonés en mí podía oír gritando a todos los animales sacrificados estaba creciendo con descaro muda a horcajadas como una capa de trigo fértil en tu susurro abrumador humildemente levantada por encima de los estratos erradicados de la carne púrpura.
BAGAJE PERDIDO
entre dois grãos de areia por mais juntos que estejam
existe um intervalo de espaço
clarice lispector
quiero estar sola y lejos de los gritos vacíos de las mentiras desalmadas perdí mi bagaje en la pista y no quiero que me busquen los operadores de los aeropuertos para devolvérmelo no tengo miedo del día que atardece detrás del mar de truenos y palabras no le tengo miedo a la ciudad que está cayendo en mi cama de hotel aunque a un paso de mí matan a una chica testigo queman las casas de los gitanos cormoranes para la pesca engañados arrancan las presas como todos nosotros abandonados no tengo miedo a las arabescas nocturnas del silencio al mutismo impenetrable de la separación al eco de la oscuridad en la conversación de la cual todos huyen puedo salir y entrar en la insensatez crecí en las habitaciones amplias del amor frío mi infancia es tímida y solitaria no tengo miedo de no tener nada de permanecer vacía quiero dormir sola sola lacerar la melatonina y puedo apuntar mis ojos yo sola a la ventana de los saludos hipócritas al alba de la irracionalidad al horror del día y hasta cuándo las olas de sufrimiento vendrán para decirme que no habrá nada de lo que soñaba y esta soledad no me importa a dónde me llevará: en mí la vida arde estalla explota me ciega me quema y abrasa

Giselle Lucía Navarro (Cuba, 1995) Poeta, narradora y diseñadora. Es licenciada en Diseño Industrial por el Instituto Superior de Diseño de la Universidad de La Habana y egresada del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Profesora de la Academia de Etnografía de la Asociación Canaria de Cuba. Dirige el Grupo Literario Silvestre de Balboa. Ha obtenido diversos reconocimientos entre los que destacan el Premio Edad de Oro 2018, el Pinos Nuevos 2019 y el David de Poesía 2019 que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ha recibido menciones en los concursos internacionales Ángel Gavinet (Finlandia, 2012), Poemas al Mar (Puerto Rico, 2012) y Nósside (Italia, 2019). Ha publicado Contrapeso (Colección Sur Editores, 2019), El circo de los asombros y ¿Qué nombre tiene tu casa? (Editorial Gente Nueva, 2019). Textos suyos han sido traducidos al inglés, francés e italiano, y publicados en antologías y revistas de Cuba, España, Chile, Perú, Estados Unidos, México, Finlandia, Venezuela, Argentina, Puerto Rico, Italia, India y Bélgica.