Dos poemas de Ndue Ukaj

por Ndue Ukaj
traducidos al español por Daniela Sánchez


El Arca de Noé

El arca de Noé
El arca de Noé no fue vaciada
aún cuando el arcoíris
centelleó sobre el mar
y los vientos pararon
y el mar durmió.
Ella no fue vaciada,
aún cuando la blanca paloma
voló sobre ella y,
desde las angostas puertas
aparecieron las caras de los
apasionados, los deseosos por sentir
todos los brillantes colores
inmediatamente.

El arca de Noé sigue luchando,
aún ebria de la tormenta,
lucha contra la lluvia de la vida cayendo
sin parar con los hombres crueles
que han arruinado la tierra… 
Desde que las personas, ebrias, abrumados
con el deseo de saquear los colores
de la curva del arcoíris, confía en mí,
la paz no nos ha cubierto
aunque una paloma haya aparecido
en el cielo azul
el deseo nos ha abrumadoha estar ebrios de
labios tibios, a morir ahí
y conservar la eternidad
ese instante de embriaguez
la noche cayó; el arcoíris desapareció
dentro de la órbita de la oscuridad, como
alguna cosa desconocida más allá de la gran colina.
Y la oscuridad envolvió nuestros ojos,
la misma oscuridad que de Eva fue, su
abrumador deseo por la manzana
del árbol de la sabiduría,
oh Dios, ¿no pensarías que
después de esa batalla entre
la curva del arcoíris y la tormenta
podríamos perder nuestro gusto
por la fruta prohibida? 

En la ciudad de la nube

En la ciudad de la nube
En la ciudad de la nube todo es diferente
los pensamientos están encerrados como nuestras decepciones en medio de las estatuas.
Estas flores viven una vida de arbustos, 
y dentro de ellas bailan libres los insectos,
y sus pensamientos se reducen
y la canción Halleluiah no es escuchada.
No hay espacio para el agotamiento
a través de los exhaustos pies se extiende
y la palabra intenta en vano defender la corrupta dignidad.

Las arañas han puesto sus redes
y los bosquejos de la mente se convierten en el romance nocturno, el romance del tiempo.

En la ciudad de la nube no hay luz en el teatro
y los espectáculos se hacen bajo la presión de las velas que luchan contra la oscuridad
la poesía se lee en las esquinas del dolor
donde sólo los perros pulgosos caminan en silencio.
donde la maldad dentro de los políticos ha arruinado todo,
Quedan los sonidos de las aves y los besos de los amantes.

En la ciudad de las nubes, el polvo ha cubierto las flores.
y en medio yace el lago de la ignorancia
donde la libertad y la guerra no tienen fronteras,
donde la poesía y lo no poesía no tienen fronteras.
donde se han robado muchas penas
que corren a través del cielo y se transforman en alimento
para los hambrientos estómagos de los políticos.
Igual que nuestra soledad a través de las piernas vibrantes
que son trastornadas en vías inundadas
con hombres que por siempre caminan,

con hombres que por siempre caminan. 
desde ese momento comenzó a no contarse,
desde ese momento comenzó a torcerse,
desde ese momento comenzó a transformarse hacia el mal
en la ciudad se siente la falta de “la ciudad de Dios” en el cielo. 

Ndue Ukaj (1977) es un escritor, publicista y critico literario albanés. Sus poemas han sido incluidos en varias antologías de poesía, tanto en albanés como en otros idiomas. Él ha publicado algunos libros como, “Godo no vendrá” (“Godo is not coming”), el cual ganó el premio nacional al mejor libro de poesía publicado en el 2010 en Kosovo. Él también ganó el premio a los mejores poemas en el Festival Internacional de Poesía en Macedonia y otro premio más. Sus poemas y textos han sido traducido al inglés, español, italiano, rumano, finlandés, sueco, turco y chino. Ukaj es miembro actual del PEN en Suecia.

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