por María Esther García López
En defensa del cardo y de la ortiga…
Jesús Munárriz
ATIENDI
N’auxiliu del raitán, de l’andolina de los mirlos, de zarricas, verderones... N’auxiliu de calandrias, y los cantos. N’auxiliu de la música del ríu. N’auxiliu de los gril.los. N’auxiliu de culuebras y l.largatos Polos sapos, les xaronques, pol ciempiés, pol esguil que nos mira dende l’árbol. Pol arume a salitre, polos pexes. Pola ouca, pol chufín, polos corales. ¡N’auxiliu!, ¡n’auxiliu! Que la vida siga viva. Agua espeyu, sin velenos nin fedores. Pol sosiegu, pola l.luz, pol aire puru.
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ATIENDE
En auxilio del petirrojo, golondrinas de los mirlos, de canarios y gorriones... En auxilio de calandrias, y sus cantos. En auxilio de la música del río. En auxilio de los grillos. En auxilio de culebras y lagartos. Por los sapos, por las ranas, los gusanos, Por la ardilla que nos mira desde el árbol. por los peces, el salitre… Por las algas, los delfines, los corales ¡Auxilio! ¡Auxilio! Que la vida siga viva. Agua espejo, sin venenos ni hedores. Por la luz, Por sosiego. ¡Por aire puro!
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Publicado en El Parque de la Vida. Luarca (Valdés) 2020.
LOS DOS
Esta nueite la l.luna míranos estrañada fálanos de miserias ya d’escombros de visiones ya de mieos. You, un mar de vendavales ya l.loucuras. El ríu baxa adulces, en silenciu, ayenu a las mias tormentas, ya l.lieva el caudal espesu de pasiones. Los dos. Los dos xuntos, nun sabemos qué dicirnos. Yo ruempo’l silenciu y asegúrote, amor mío, que te quiero ensin preguntas, quiérote ensin respuestas. Asína ensin más. enisn más, asína quiérote.
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LOS DOS
Esta noche la luna nos observa extrañada; nos habla de miserias y de escombros, de visiones y de miedos. Yo, un mar de vendavales y locuras. El río serpentea en su silencio, ajeno a mis tormentas, y lleva el caudal espeso de pasiones. Los dos. Los dos juntos, no sabemos qué decirnos. Yo quiebro el silencio y te aseguro, amor mío, que te quiero sin preguntas, te quiero sin respuestas. Así, sin más. Sin más, así, te quiero.
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María Esther García López. Aveces el amor es azul. E. Setentayocho. (2020).
Árbol míu. Son pa ti estos versos. -Espárcelos ente los ausentes- Si pudiera ser salvia qu’afluire polas tuas venas teñiríalas de deséu. Si pudiera abel.lugame baxo ti, abrazada a ti, a xeitín, en secretu... ¡Ya que se durmiera’l tiempu...! Si pudiera aniame pa siempre ente las tuas fueyas, sería col.lacia tuya, ya novia ya amante. Sería yo, entós: amor, suspiros, l.letanía, versos, vientu, chuvia, sol, refuxu... Ya viviría contigo albentestate.
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Árbol mío. Son para ti estos versos. -Espárcelos entre los ausentes- Si pudiera ser savia Que corriese por tus venas Las teñiría de deseo. Si pudiera cobijarme bajo tus ramas abrazada a ti, en secreto, como en sueños. ¡Y que se durmiera el tiempo...! Si pudiera esconderme para siempre entre tus hojas, sería compañera tuya, y novia y amante. Sería yo, entonces: amor, suspiros, letanía, versos, viento, lluvia, sol, refugio... Y viviría contigo en tempestades.
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Poema al robleque crece en el Parque de Los Pericones (Gixón), en memoria de los que nos dejaron en Pandemia.
(…) tornare al nido, trovare
le ginocchia materne,
appoggiarvi la fornte…
Antonia Pozzi
RETORNO
Volver al nido, casi deshecho por la crueldad del tiempo. Volver al nido en invierno, cuando huele a humedad, y a hielo, y a silencio. Volver al nido en busca de unos brazos. Imaginar el eco de tu voz allá, a lo lejos. Nadie puede devolverme la extinguida luz de tu estrella. Mi luna descolorida. Mis desvelos. Mis sombras. Mis secretos.
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María Esther García López. Aveces el amor es azul. E. Setentayocho. (2020).
MIEDU
Cuando yera nena, asustábanme muito los aviones que volaban pol cielu, ¡tan rápido!, ¡tan alto! ya deixaban caminos de fumu blancu, que figuraban dibuxos xeométricos perfeutos. Asustábanme los voladores nas fiestas, los ruíos, los petardos, asustábame la nueite, las prietas solombras de los árboles. L.lárimas del miedu. ¿Miedos? Asustóume la primera cana que miou pá s’arrancóu de la cabeza, con rabia ya sorpresa. -Sos vieyu, papá. ¡Qué tristura! Agarréime a las suas piernas. La vieyera. Asustábame la vieyera. Asustábame’l papón, ya l’home l’untu, las culuobras, las curuxas, ya los viérbenes. Miedos. Muitos miedos. Miedos. ¡Mia neñez!
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MIEDO
Cuando era niña Me asustaban mucho los aviones que volaban por el cielo, ¡tan rápido!,¡tan alto! y dejaban caminos de humo blanco que figuraban dibujos geométricos perfectos. Me asustaban los voladores en las fiestas, los ruidos, los petardos, me asustaba la noche, y las negras sombras de los árboles. ¡Lágrimas del miedo! ¿Miedos? Me asustó la primera cana que mi padre se arrancó de la cabeza con rabia y con sorpresa. -Eres viejo, papá. ¡Qué tristeza! Me abracé a sus piernas ¡La vejez! Me asustaba la vejez. Me asustaba el papón, y el hombre del saco, las culebras, las lechuzas, los gusanos. Miedos. Muchos miedos. Miedos. ¡Mi niñez!
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Esther García López. En Lletres asturianes, 2008 Academia de la llingua Asturiana.
El color de los díes
Nueches d’insomniu. Asáltame la velea de l’acordanza. Siento’l distintu color de los díes. Díes qu’amanecen escuros. Díes qu’abro la puerta de la señardá, y alcuentro’l ñeru vacíu. La frialdá aniada nel cuartu aterezme’l corazón. Amágame’l tiempu. Les pallabres anúdanseme na garganta. El pianu clávame los güeyos. Siento sones nes paredes. Negres, corchees, semicorchees, fuses, semifuses, claves de sol y de fa… Ya’l silenciu, el silenciu, el silenciu… Amágame’l tiempu y el silenciu. Un rayu de sol entra adulces pela ventana, ya anúnciame que non tolos díes tienen el mesmu color. Ente sueños, los recuerdos llévanme una nueche y otra nueche, un día y otru día, al camín de la señardá. El cuartu, el pianu, la moñeca de trapu… ¡Too ta en silenciu!
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EL COLOR DE LOS DÍAS
Noches de insomnio. Me asaltan la tristeza y los recuerdos. Siento el distinto color de los días. Días que amanecen oscuros. Días que abro la puerta a la melancolía, y encuentro el nido vacío. La frialdad invade tu cuarto y me hiere el corazón. El tiempo me reta. Las palabras se me anudan en la garganta. El piano me clava los ojos. Siento sones en las paredes. Negras, corcheas, semicorcheas, fusas, semifusas, claves de sol y de fa… Y el silencio, el silencio, el silencio… El tiempo y el silencio me intimidan. Un rayo de sol entra sutilmente por la ventana, Y me recuerda que no todos los días tienen el mismo color. Entre sueños, los recuerdos vivos, una noche y otra noche un día y otro día, por el camino de la añoranza. El cuarto, el piano, la muñeca de trapo… ¡Todo está en silencio!
Si alguna vez advierte que la miro a los ojos…
Mario Benedetti
DELIRIOS
Si en dalgún momentu alviertes que te miro a los güeyos. Si sientes suspiros, como escalafríos, piensa que ye deliriu o llocura o quimeres… Nun sé qué me pasa, porque hai tiempo, munchu tiempu, que malpenes suspiraba. Nin amores, nin llames, nin señardá, nin pasión... Va tiempu que la lluz, la lluz de los mios güeyos taba apagada. Y agora, amor mío, ¡yo mírote a los güeyos!, estremécenseme les venes. Fuisti tú quien tornó a prender esta llama, colos besos tuyos y esos abrazos qu’abrazan mio alma.
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DELIRIOS
Si en algún momento adviertes que te miro a los ojos. Si escuchas suspiros, como escalofríos, piensa que es delirio o locura o quimeras… No sé qué me sucede. Porque hace tiempo, mucho tiempo, que apenas suspiraba. Ni amores, ni llamas, ni pasión, ni nostalgia… Hace tiempo que mi luz, la luz de mis ojos, estaba apagada. Y ahora, amor mío, ¡yo te miro a los ojos! Se estremecen mis venas. Fuiste tú quien ha vuelto a encender esta llama, con tus besos inmensos y esos abrazos que abrazan mi alma.
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María Esther García López. A veces el Amor es azul. 2020. E. Setentayocho.
ESCONSUEÑU
ANDARLACASA de la mano. Col mieu de la nueite ente los l.labios. ANDARLACASA xugando al esconderite colos trasgos. Col trasgu que m’escuende la l.loucura. Col trasgu que t’escuende la zuna de quereme a xeitín, a bocaxarru. ANDARLACASA a la gueta l’amor, que s’escurrió pente los didos de las manos. Arroubónoslu’l trasgu, o l’escaezu, o’l tiempu que cuerre ensin descansu… ¡Escondiéronnos l’amor ya la pasión! ANDARLACASA a la gueta l’amor. ANDARLACASA a la gueta de los trasgos invisibles. ANDARLACASA esperando qu’amaneza. Y vivir outra vuelta’l color del alba.
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ENSOÑACIÓN
ANDARLACASA de la mano. Con el miedo de la noche entre los labios. ANDARLACASA jugando al escondite con los trasgos. Con el trasgo que me esconde la locura. Con el trasgo que te esconde la ilusión de quererme poco a poco, con amor apasionado. ANDARLACASA en busca del amor que gotea entre mis dedos. ¿El amor? Nos lo robó el trasgo y el olvido, y el tiempo que corre sin descanso. ¡Nos hurtaron el amor y la pasión! ANDARLACASA en busca del amor. ANDARLACASA en busca de los trasgos invisibles. ANDARLACASA esperando a que amanezca. Y vivir otra vez el color rojo del cielo apasionado.
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María Esther García López. El color de los días. E. Bajamar (2019).

María Esther García López (La Degol.lada-Valdés-Asturias). Licenciada en Pedagogía, Maestra y Experta en Filología Asturiana. Es autora de varios títulos de narrativa, de poesía y de literatura infantil. Tiene en su haber varios premios literarios en ambos géneros. (Premio Oviedo de Poesía, por su poemario Pisadas. Premio Fernández Lema de narrativa. Premio Xosé Álvarez del Centro Asturiano de Madrid, entre otros). Además de distintos galardones como el Premio Timón a la trayectoria literaria. Su obra forma parte de distintas antologías. Es miembro correspondiente de la Academia de la Llingua Asturiana. Es autora de títulos de investigación y de didáctica y coautora de libros de texto para la enseñanza de la Llingua Asturiana. Colaboradora habitual en el periódico La Nueva España, además de otras revsitas literarias. Fue colaboradora en la cadena SER (Radio). Y el la RTPA, Radio y Televisión del Principado de Asturias (RTPA). Actualmente es la presidenta de la Asociación de Escritores y Escritoras de Asturias.