Coral Mamífera: La historia negra se pasea del pacífico al caribe, dejando rastros escritos en su andar

Kari Obando
Coral Mamífera
Nueva York Poetry Press, 2023
88 páginas


Por: Silvia Elena Guzmán

Como el negro cruzado con el indígena, de acuerdo con la clasificación colonial, daba origen al zambo, algunas personas, haciendo una confusión inexplicable, han expresado que el guanacasteco desciende de los zambos mosquitos. Esto muestra en cierta forma un grado de ignorancia bastante grande acerca de nuestra historia. El zambo del Pacífico Norte de la actual Costa Rica es más bien el llamado “cholo” guanacasteco, en el que subsisten numerosos rasgos negroides, por caso el labio grueso, la nariz chata o el cabello “pasudo” o más bien “pasuso”, como se dice hoy en Costa Rica.
-Carlos Meléndez, Quince Duncan; El Negro en Costa Rica

He declarado ya en cada oportunidad que tengo, que mi interés en la escritura y en el estudio de lo literario tiene un mandato irrevocable por el presente. Y si bien valoro y respeto los estudios sobre la literatura que nos precede, así como es de mi entender la gran necesidad de las genealogías literarias, especialmente cuando de literatura de mujeres se trata; me pesa una voluntad por las letras contemporáneas, por aquellas que hoy se abren camino para manifestarse vivas, por hacer parte de la historia latinoamericana. 

En la era de la sobreinformación y desinformación vale la pena ensanchar el presente y tomar un momento de calma para mirar desde el análisis crítico, lo que se escribe hoy: un hoy extenso que se sobrepone a los horarios de la productividad neoliberal, un hoy simbólico que habla de diversidad, visibilidad y resurgimiento. Es por lo anterior que en este pequeño ensayo me dispongo a la exposición del contexto y del texto del libro Coral Mamífera (Nueva York Poetry Press, 2023) de la joven escritora afrocostarricense Kari Obando (1994, Guápiles, Costa Rica).

Kari es una mujer caribeña afrodescendiente, creció siendo la “negrita” en medio de una familia blanca, del caribe norte de Costa Rica. Sin embargo, su sangre negra viene del otro lado del país, ella es afroguanacasteca, hija de aquella gente zamba, chola, de la tierra donde la historia de áfrica se fusionó con el maíz haciendo aportes fundamentales a la música, la comida, la agricultura y la cultura en general, que hoy sobrevive en este territorio colonial llamado Estado Costarricense. (Comunicación personal, 28 de agosto 2023)

La poeta reside en el Caribe Sur del país desde hace más de cinco años. En la comunidad de Cahuita tuvo la oportunidad de realizar su trabajo final de graduación para optar por el título de licenciatura en sociología. Su trabajo académico fue sobre el cuidado comunitario de las mujeres lideresas y cocineras de Cahuita, en medio del periodo más crítico de la pandemia del Covid 19. Tal investigación la llenó de una sensibilidad que no cabía dentro de la rigidez académica, es ahí donde nace la poesía de Coral Mamífera. En medio de la sensibilidad poética de una mujer-mamífera que crece y vive mezclada con el mar. (Comunicación personal, 28 de agosto 2023)

La autora es heredera y escribe en medio y desde dos plataformas literarias en Costa Rica. Por un lado, la herencia de las grandes poetas afrocostarricenses, tales como Eulalia Bernard, Delia MacDonald, Shirley Campbell y Queen Nzinga Maxwell, pues Coral Mamífera es un libro de historia negra, pero no es un libro sobre “La Historia Negra”. Más bien Kari, como es ya un estilo estético en las poetas negras costarricenses, cuenta la historia afrodescendiente desde un yo lírico plural que representa los pueblos afro del presente, del pasado y los pueblos ancestrales. En el libro hay claves metafóricas para entender desde la sensibilidad y no desde la razón, la historia de la africanidad y la negritud en Costa Rica y América Latina.

Recuerda esta forma de escribir de Kari aquellos versos de la primera mujer afrodescendiente en publicar un libro en Costa Rica, dice el poema “Mi amiga Historia” de Eulalia Bernard (Barahona Riera, 2023):

Mi amiga historia
estás conmigo
cuando todos se han ido.

Por ti
querida historia
trafico los ritmos
del tam-tam.

El tam-tam nos recuerda que, en la historia negra las cosas se cuentan desde los símbolos de la cultura, “Mi tribu es una canción” dice Delia McDonald (2023). Esta manifestación cultural, evoca lo cotidiano, lo festivo y por tanto esta historia no es privada, no está quieta, ni es una sola, si no por el contrario es colectiva, popular y abierta. Pero también es una historia con muchos elementos místicos y ancestrales, una historia que se gesta en lo doméstico. Lo doméstico que es femenino, colectivo y poderoso; y que no se parece en nada a la premisa de privacidad y subyugación del patriarcado blanco o a las interpretaciones del feminismo hegemónico sobre este. Dicen los Versos de Delia MacDonald (2011):

XI
Como todas las negras,
mis tías saben coser.

Por las tardes
construyen vestidos,
e ilusiones de los retablos de las colchas
y, a veces,

“igual que yo”

Oyen voces;

es el hilo
con que tejieron sus
vidas.

Estas poetas negras saben que escriben una historia de la otredad, pero desde su condición de “margen” no piden permiso para tomar la palabra, más bien la arrebatan con justicia entre sus versos. El poema “El Encuentro” de Shirley Campbell retrata exactamente ese gesto de las mujeres negras sabedoras de su pasado y su presente, que se enfrentan con LA HISTORIA, desenmascarándola para contar las verdades del borramiento y la negación de la cultura y el poderío africano y afrodescendiente. Pero en los últimos versos del poema, la poeta reconoce la necesidad de una historia, dejando abierta la posibilidad de reescribirla desde los lugares que han sido silenciados.

El Encuentro
Después de todo era necesario desenmascarar la historia
y hacerla escupir con sangre la verdad.
Era necesario sentarla frente a los nuestros y hacerla hablar
entonces habló.

Era necesario desenmascararla
eran muchos años de estar esperando
era mucho tiempo detrás de los otros
…le amarré los brazos
…la miré a los ojos
…la pateé en el vientre
…le pegué en la cara
…y escupió llorando
toda la verdad

yo la sentí muriendo
…yo estaba llorando
…es que no se puede vivir sin historia …no se pueden criar hijos sin historia (entonces sentí pena por ella)
se lo merecía
era necesario desenmascararla
y hacerla escupir con sangre la verdad.

Kari, conoce la poesía que la precede, la exalta, pero devenida de su ser guanacasteco, la autora une en su cosmovisión negra, lo guanacasteco y lo caribeño. Coral Mamífera es un libro del encuentro de la negritud ancestral, que se manifiesta en este presente, en la voz de una poeta joven.

II
Acariciame
este rizado cabello
que se vuela entre
noches y espíritus.
Escúchalos
y sáname la pena
con tus remedios.

III
Toda la casa huele al chicheme
con el alimentaste a tus hijos
tus nietos
al pueblo.
Cociname
con esas manos
de olores madersos
hechas de ceniza.

De la característica de mujer joven se enuncia el segundo espacio simbólico desde el que escribe Kari. Las poetas jóvenes costarricenses ya no están en las sombras y aunque las posibilidades de publicación son aún de acceso limitado, es evidente que en los últimos años las poetas jóvenes están tomando un espacio en la escena literaria del país. Entre el 2012 y el 2022 podemos nombrar una lista de 181 poetas con libros de autoría propia, algunas de ellas con más de una publicación y 14 de ellas con libros publicados en los últimos 5 años. Es cada vez más frecuente la inclusión de poetas mujeres jóvenes en antologías, festivales literarios y escenarios poéticos. Y principalmente son cada vez más los espacios poéticos y literarios (simbólicos y materiales) gestionados por mujeres jóvenes.

Citar una corriente o estilo literario único para la poesía de mujeres en Costa Rica es imposible sin embargo autoras como Magda Zabala, precursora del estudio de la literatura de mujeres en el país nos habla de un sistema tripartito en la poesía de mujeres,

para Zavala (1999), el cuerpo de las mujeres se convierte en espacio sociocultural y de poder (coloca a Ana Istarú como ejemplo) y el amor en puente de conocimiento. Por tanto, las mujeres forman un sistema tripartito en sus poemas: erotismo, poder y creatividad, para lograr romper con el discurso falocéntrico y autorregenerarse a partir de un erotismo militante. (Arroyo Carvajal, 2021, p. 83)

Si bien la poesía de mujeres en Costa Rica se ha caracterizado por ser principalmente antipatriarcal desde la reivindicación del cuerpo. Las nuevas autoras han traspasado a la poesía erótica (que sigue estando vigente y siendo necesaria) para hablar también de otros tópicos que las preocupan y las emocionan. Ellas han salido con sus versos a demostrar su rol de poetas más allá de ser mujeres. El rol político de las mujeres poetas jóvenes ya no es solo un rol feminista (en el sentido del feminismo blanco hegemónico antipatriarcal) ellas están hablando y filosofando de la vida desde múltiples perspectivas.

Esto no solo lo están haciendo las mujeres jóvenes poetas en Costa Rica, lo están haciendo las mujeres en todo Abya Yala reivindicando el ser político de las mujeres, más allá del feminismo antipatriarcal, blanco y hegemónico. Las mujeres están hablando desde muchos frentes para ser entendidas como sujetos pensantes, utilizando consignas políticas en todos los aspectos de la vida social.

Algunos movimientos importantes en la región se posicionan precisamente contra la historia racista, colonialista y cis-heterosexual que en muchas ocasiones ha defendido el movimiento feminista blanco. Y desde la otredad se pronuncian para hablar de sus luchas como mujeres negras, indígenas, mezcladas, racializadas, trans, lesbianas, bisexuales entre otras identidades subalternizadas. Pero no solo de sus luchas en específico, sino que, desde una epistemología de las mujeres, también se enuncian sobre ciencia, economía, política, ecologismo, salud, cultura, educación, por mencionar algunos temas. Al decir de Audre Lord ya no están hablando desde la casa del amo, ni con las herramientas del amo, ni para los usos del amo, si no con sus propias herramientas y para sí mismas, desde sus símbolos, signos, cosmovisiones y escenas, para desmontar las estructuras de la opresión.

Coral Mamífera, aunque es un libro profundamente femenino, es un libro que trasciende lo femenino. Es un libro donde no hay jerarquía entre el ser afrodescendiente o el ser mujer, es un libro imbricado, interseccionado. Un libro sincero que nace de la piel de una mujer afrodescendiente que se busca en su propio vientre los cordones umbilicales del mar, para hablarle a la historia de su pueblo. Este libro ha sido escrito por una mujer costarricense, pero en él hay claves metafóricas para entender desde la sensibilidad, la historia de la africanidad y la negritud en toda Abya Yala.

En el libro habitan monstruos marinos que no son ni lo suficientemente terroríficos, pero tampoco del todo bondadosos:

De cuerdas y memorias

la madre de todas las madres que mece serena
a los hombres que misteriosamente se hunden
y luego vuelven sanados
a alimentar monstruos ocultos
en los arrecifes

Además, son manifiestas las prácticas tradicionales y cotidianas alrededor de la pesca y la cocina:

Soul food

Danzan las diosas migrantes
las ancestras
encienden los fogones de los hambrientos
sazonan los huesos de la ofrenda
susurran los secretos.


Por otro lado, la condición diaspórica, migratoria y de tránsito de los pueblos negros delinean la identidad de los personajes:

Los ojos de Oshun

Encallan las embarcaciones extraviadas
con migrantes hechos semilla
derramados sobre los suelos.

El libro es también un espacio para las Orishas que elevan los versos de “simple” poesía a cánticos y oraciones.

Renacer

Le hicimos
casa de madera a las diosas.
Nuestra palabra es el grito
reencarnado de nuestras abuelas.
Renacemos
sobre el designio de sus silencios.

Por último, la tradición herbolaria se manifiesta y nos señala un camino para buscar respuestas a los males del cuerpo y del alma.

Madre negra

Las semillas germinan
en la tierra de las manos
hombres que pescan y siembran
bajo los soles
hombres de raíces antiguas
siempre náufragos
regresan a su madre negra
toman su brebaje
heredan los mapas secretos
continúan la ruta

Danza a mis orígenes

Cupertinas susurran a sus nietas
los misterios del brebaje
en el telar del tiempo.

En Coral Mamífera la historia negra se cuenta desde la negritud no desde afuera, una negritud que no vive atada a la esclavitud pasada o el racismo histórico y contemporáneo, si no que, en medio de las cadenas, se levanta al mejor estilo cimarrón para gritar VIDA y LIBERTAD. Cierra uno de los poemas del Libro y cierro yo este acercamiento a la poesía de Kari Obando con estos versos:

somos libres
felices
negros
dueños del amanecer.






Bibliografía

Arroyo Carvajal, Y. (2021) ¿Nueva poesía, poesía joven, poesía contemporánea o poesía actual? Campo de disyuntivas, tensiones y ambivalencias en la crítica e historiografía literarias costarricenses. Repertorio Americano. Segunda nueva época (31) 53-118.

Barahona Riera, M. (2023). Eulalia Bernard, IN MEMORIAM. Revista Herencia, 36(1)146-156.

Campbell Barr, S y MacDonald, D. (2011) Palabras Indelebles de Poetas Negras. Universidad Nacional.

Obando, K. (2023) Coral mamífera. Nueva York Poetry Press.



  1. Me refiero a Katherine Quirós Bonilla (1996), Melissa Valverde Gamboa (1996) , Valeria Morales Núñez (1995), Joselyn López Rojas (1992), Elizabeth Echemendía (1992), Silvia Elena (1991), María Macaya Martén (1991), Johana Picado Vargas (1989), Ana Luisa Mora (1989), Carolina Quintero Valverde (1989), Carolina Campos Solís (1988), Carmen Quintero Valverde (1988), Alejandra Valverde Alfaro (1987), Alelí Prada(1998), Katherine Pérez Fernández(1992), Daniela Herrera Arguedas (2005), la misma Kari Obando González (1994) y Estíbaliz Solís Carvajal (1986) (esta última es considerada en esta lista pues al momento de las publicaciones de sus libros Memoria mala (2020) y Los taxis nunca vendrán vacíos (2009) era una persona joven según lo indica la ley costarricense). ↩︎


Kari Obando

Nació en Guápiles, Limón, habitante de Cahuita, comunidad costera- tribal afrodescendiente

Autora de Coral Mamífera, 2023 Nueva York Poetry Press

Escritora y socióloga caribeña, egresada de la Universidad Nacional de Costa Rica. Se ha desempeñado como gestora social en instituciones como el Ministerio de Cultura, Juventud y la Universidad Nacional de Costa Rica y en organismos internacionales.  Ha desarrollado su trabajo profesional y literario en el Caribe costarricense. Se reconoce como afro activista, antirracista y forma parte de la Red de Juventudes Afrodescendientes (REDJA). Ha participado en festivales de poesía, congresos académicos y espacios de activismo en Costa Rica, Colombia, Ecuador, México, El Salvador y Barbados. Su obra se encuentra publicada y traducida en revistas nacionales e internacionales.

Sus poemas circulan en diversas revistas, antologías y suplementos virtuales y físicos, ejemplos de ellos: el blog Lisez, c´est costaricien, y las antologías Nueva poesía costarricense, de Byron Ramírez, Desacuerdos, de Editorial Eva, Revista Cardenal, México. Tiberíades: Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos, Salamanca, Revista Comunicación. Año 43, volumen 31, número 2, julio-diciembre, 2022. Instituto Tecnológico de Costa Rica. ISSN: 0379-3974/e-ISSN1659-3820


Silvia Elena Guzmán Sierra (1991)

Es Máster en Derechos Humanos y Educación para la Paz. Es también parte de la Colectiva Jícaras. Ha publicado artículos, poemas y cuentos en diferentes revistas y antologías nacionales y latinoamericanas. Es autora del libro de poesía Juana (Editorial Eva 2020) y Enfermas de Juventud de narrativa corta (Editorial Bosque 2021). Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés y al portugués. Ha participado en diferentes festivales poéticos nacionales y centroamericanos tales como la Fiesta Nacional de la poesía en 2017, Feria Internacional del Libro 2018 y 2019, Encuentro de la Espera Infinita 2020 y  Festival Internacional de Poesía Costa Rica 2020, II Encuentro Centroamericano de Escritura de Mujeres Ojo de Cuervo: Deshilar las Costuras de la Nación. Actualmente es asesora en género, diversidades y juventudes para agencias de Naciones Unidas en Costa Rica y el Programa Integral Transfronterizo (Argentina-Bolivia). También es investigadora en temas de género y derechos humanos, y coordinadora de la revista Repertorio Americano en el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional.

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