Poética de Gabrielle Everall

Traducción al español por María del Castillo Sucerquia

Gabrielle Everall es una escritora y actriz australiana. Completó un doctorado en
escritura creativa en la Universidad de Australia Occidental. Mientras hacía el
doctorado escribió su segundo libro de poesía, Les Belles Lettres. Su primer libro
de poesía se llama Doña Juanita y el amor de los niños. Ha sido publicada en
revistas y numerosas antologías, entre ellas The Penguin Anthology of Australian
Poetry, The Turnrow Anthology of Contemporary Poetry, Performance Poets y The
Fremantle Press Anthology of Western Australian Poetry, editada por John
Kinsella y Tracy Ryan.

Ha interpretado su poesía en el BDO, Overload, NYWF, Emerging Writer’s
Festival, La Mama Poetica y Putting on an Act. También ha actuado en el Club de
Poesía de Bowery en Nueva York y en el Festival Fringe de Edimburgo.
Recientemente actuó en la Conferencia de Mujeres Malas en Viena y en la
Conferencia de Niños Malos en Verona, Italia. Actualmente estudia en la
Universidad de Melbourne.

Un enlace donde se puede comprar la segunda edición de Doña Juanita y el Amor
de los Niños en inglés:
http://buoncattivipress.com/store/p18/Dona_Juanita_and_the_Love_of_Boys.html


La voz poética de Gabrielle Everall es descarnada e irónica. Me atrevo a afirmar
que, luego de que la autora, en su libro de poesía Les Belles Letters, exploró las
relaciones e inclinaciones de las escritoras lesbianas y feministas modernistas a
través de sus cartas, así mismo, empezó a explorar y expresar, con su poesía, su
propio sentir como mujer lesbiana y feminista.

Gabrielle, después de aventurarnos, con su pluma imaginativa y mirada traviesa e
irreverente, por las vidas secretas de mujeres como Safo, Virginia Wolf, Djuna
Barnes, Gertrude Stein…, en estos poemas, revela un poco de sus propias
relaciones e inclinaciones a través de sus experiencias o las de aquellas mujeres
que encarna.

Estos son esquizofrénicos versos abundantes en contradicciones y paradojas,
resabio y pasión.


     I.        Dios del Indie Rock

Navegas por la estrecha lira de Rilke
no hay nada de ti para besar
una calavera
— anhelo ser parte de tu bonanza

soy Purdah
la abyecta más cercana
a la muerte

mi cuerpo de niña ciega
es sacrificado en ti
continúa su ascensión

se convierte en tu nombre

creer en ti es amar a Dios
-la única pasión legítima-
pasión moral que provoca pánico moral
comemos los manjares del Cristo

tu cuerpo de niño
oblea fina engullida con vino
hincha mis ojos de Santa Teresa
los blanquea al jouissance de tu ritmo
quiero besar cada parte
de tu cara dilapidada
rebelión de tu carne cristiana
-tuve dudas de que fuera tan buena-

como un cerdo en el barro me
revuelco en mis pensamientos de ti
eres un dios del vientre
¡y yo soy rapaz!

el corte de mi piel es aliento
fresco que conduce a Dios
átame a la cabecera de la cama
golpéame con tu beatitud

la captura veintidós del sufrimiento
que causa jouissance y del jouissance
que causa sufrimiento

la privación es tu escritura

yo una asceta deseosa
tú un objeto que se
me entrega como a un niño
su juguete

un juguete de papi
un dulce sin fin
que chupo todo el día

Cristo ha estado allí:
                     Dios lo inició todo.
 


     II.        Sacudida del rock

Sus ojos fríos
sus ojos metálicos
de hierro fundido
sus croatas ojos
eso ya no importa

fui violada con una
camiseta de Nick Cave
tenía diecinueve

mi padre batió al Blues
fuera de mí
mi afición por el rock’n roll
voló de mi estéreo

cuando dijo
no puedo esperar para
cambiar las cuerdas de mi guitarra
no sabía si me rechazaba o
jugaba a ser un imán
al ponerse en mi contra

quería follarlo
incluso cuando me
dijo que retrocediera
me excitó

— ya saben, esos apretados
Levis negros que nunca
te follarán

mi padre, obvio
es un sádico
pero tu crueldad es tan
deliciosamente sutil

haces que desee
jugar a un juego distinto
al de papi e hija

tanto como él besaba
a su novia, yo intenté
entrar al concierto

traté de fingir
pero no logré ocultar
mi edad y mi odio
hacia los pubs australianos:

los sueños de una maldita
estrella están hechos para
ser aplastados

una eternidad de lívido
desperdiciada, el precio sagrado
la otra mujer:
la guitarra que roza
la entrepierna de la estrella
de rock

como una chica hastiada
del rock’n roll
puedo hacerlo polvo
tan rápido como destrozamos
a Myers, en especial
a David Jones

no quiero azotar a caballos muertos
tan sólo a hombres vivos.



     II.        Reina de los suburbios

Mi madre dijo que la reina
es signo Aries — y yo también

vendo cuchillos de carnicería
puerta a puerta, enseño feminismo
francés a escondidas

mis cuchillos forjan una diadema
de acero inoxidable

dejo folletos:
cuchillos de carnicería por la causa
en los tapetes de la gente

camino en la propiedad privada
coqueteo con el macho de la casa

finalmente
empiezo a sentirme
parte de la comunidad.
 


     III.         Venus sin pieles
 
Deseo caer en la fosa de su cama

si fuera mi tutor, se trataría
de una exquisita fantasía
masoquista

cada uno trinchó su
lección de gramática

él es la cláusula principal
yo, la subordinada
somos una oración compleja
y se supone que no me
gustan los hombres

— mi hermano echa a perder
mi deseo por ellos

nunca me follarán mientras viva
en cambio, lo harán con sevicia
cuando muera

me gustaría que todas las
mujeres que él conoce
fueran lesbianas puras
entonces, nunca se las follaría

es una Venus sin pieles
y yo soy Severin

su nombre reemplazó la Enfermedad
ametralla mi pecho su mirada
besa a las chicas, me hace llorar

yo, que soy mujer
encarno a cada hombre
en esta canción de cuna

soy una esclava sin dinero
en espera del mejor postor

voy a Verona, ciudad romántica
que, como un vampiro
succiona toda mi sed
por el romance

dicen que un buen beso
lleva consigo una mordida en
el labio inferior, pero
creo que es sadismo

estoy medio muerta
en espera de que
me rematen



      IV.        Fui a Verona, Italia
 
Todo el romance volvió a mí
en el coro de mil ángeles
en la catedral de Santa María
Matricolare

envié postales a hombres
que nunca me amaron

un hombre negro dijo
anhelo ser tuyo
eres fuerte, bella mujer

me imaginé como a una virgen
mi cuerpo yacía junto al de él

no volvieron a importar
los abusos del ayer

María Del Castillo Sucerquia, nacida en Barranquilla, Colombia (1997), es una poeta bilingüe, escritora, tutora, médica oriental (Neijing, España) y traductora (francés, Inglés, italiano, portugués, español y alemán). Con experiencia en radio y actuación (teatro y cine). Ha participado en numerosos festivales de poesía, recitales, foros, conferencias y encuentros culturales. Sus poemas han sido traducidos en diversas antologías (Encuentro internacional de mujeres poetas Cereté, Relatos para adolescentes, Poesía Colombiana y Ecuatoriana, entre otras), revistas, periódicos y sitios web nacionales e internacionales (Filogicus, Libresta, María Mulata, Bharatha Vision, Azahar, Atunis Poetry, El Heraldo, Muelle Caribe, Crisol, Uttor Kota, Sol y Luna, entre otros). Y traducidos al canarés, árabe, urdu, bangla e Inglés. También colabora con las revistas Vive Afro (Medellín), Altazor (Chile), Cronopio (Missouri), Golem (México

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