Traducción al español por María del Castillo Sucerquia
Kenneth Lumpkin es educador, escritor, poeta, músico, masón y activista. Nacido
en Ridgewood, Nueva Jersey. Ha publicado cuatro colecciones de poesía hasta la
fecha: Gather the Ashes, 1984. Fue ganador de la Beca Conmemorativa Louis
Ginsberg del Chaucer Guild. Es autor de los libros Song of Ramapough: A Poetics of
Place, 2016; Love Lake, 2017; God has many names and other poems, 2018 y Slip of
the Tongue, 2019. Enseña antropología en línea a través de tres universidades
estatales de Nueva Jersey y reside en London, Ontario con su esposa, Kim y su
gata, Molly.
Encuentra sus obras aquí: https://www.amazon.com/Kenneth-
Lumpkin/e/B01MAW9B92%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share
La voz poética de Kenneth Lumpkin es bípeda: a veces brota con la inocencia de un
niño y, otras, con la sapiencia de un anciano.
Su poesía, de imágenes vívidas y contundentes, evoca a los espíritus de la razón y
el sentir y los confronta, para, finalmente, optar por el asombro y la esperanza de
los sueños como vías de liberación o resolución en el batallar de los opuestos.
I. Amor
nada sobrevive
sin ello…
ni siquiera
una piedra
tiene a otras piedras
sino a las estrellas
por encima
semejante
es el amor
II. Niño de la luna
de todas estas:
diamantes
esmeraldas
rubíes
zafiros
sólo tú
eres mi gema preciosa
te sostengo
como a un péndulo
en el corazón
nada hay que nos marchite
o nos desgarre
eres la joya azul más fina
y, aunque no soy más
que un tonto niño de la luna
hay una mirada puesta en ti
bajo el sol de mediodía
donde alguna vez
hubo una joya
III. Puerto
el mar no era mi oficio
no había caminado
por una cubierta mojada
todavía
ella se tiende ante mis pies
las serpientes nadan
junto a mi indigno barco
el cielo es hostil con mi sombrero
pero llegaré rápido
hasta el puerto
verás, soy amante
a tierra firme
IV. Un sueño
mucho he dicho y hecho:
algunas cosas me avergüenzan
muchas resultaron mejor
de lo que esperaba…
me he emborrachado, drogado, peleado
he cometido crímenes con los mejores
y peores, y, a veces, me hallo sentado
en el cenicero de los dioses
miro las brasas que se extinguen con lentitud
entre los finos hilos de humo…
espero por alguien que no haya salido todavía
espero un golpe más…
no obstante, siempre me quedo con las sobras
ni siquiera los gemidos de los amantes perdidos son míos
cubrir la miseria no se puede
he visto obrar y he obrado en el camino
sorbo el humo que falta
y tomo una última calada
antes de que oscurezca
entonces, inicio un nuevo sueño
ojalá uno que resucite
mi corazón

María Del Castillo Sucerquia, nacida en Barranquilla, Colombia (1997), es una poeta bilingüe, escritora, tutora, médica oriental (Neijing, España) y traductora (francés, Inglés, italiano, portugués, español y alemán). Con experiencia en radio y actuación (teatro y cine). Ha participado en numerosos festivales de poesía, recitales, foros, conferencias y encuentros culturales. Sus poemas han sido traducidos en diversas antologías (Encuentro internacional de mujeres poetas Cereté, Relatos para adolescentes, Poesía Colombiana y Ecuatoriana, entre otras), revistas, periódicos y sitios web nacionales e internacionales (Filogicus, Libresta, María Mulata, Bharatha Vision, Azahar, Atunis Poetry, El Heraldo, Muelle Caribe, Crisol, Uttor Kota, Sol y Luna, entre otros). Y traducidos al canarés, árabe, urdu, bangla e Inglés. También colabora con las revistas Vive Afro (Medellín), Altazor (Chile), Cronopio (Missouri), Golem (México)