VIDA ANIMAL
Practicas un canto lejano,
reptas por el mundo
hasta encontrar un espacio para tus huesos.
La espesura se confunde con tu carne.
Extrañas voces
estremecen tus escamas,
lentamente te despojan de las hojas,
de la vida
que sostienes entre los árboles.
EL POEMA QUE ERES
No existe una palabra para definirte,
sonido lejano
o eco del mundo que huye por la ventana.
No has sido tan fuerte
para sujetarte al poema que eres,
al poema que piensas y refractas.
Hay otros lugares
donde te espera la calma
y no esta explosión de geranios.
Para recibir un verso
es necesario tumbarse en la arena,
afrontar tranquilamente el deceso,
observar la ola que revienta la roca,
reconocernos entre sus pedazos.
AZAR
Vivir tan solo
en las posibilidades,
ser un trozo de mármol,
una ventisca
que espante a las aves.
Vivir. Morir.
Ser una fotografía
que se guarda en la billetera,
una ciudad, un sueño.
Levantarse de la cama,
observar el día:
polvo, bocinas,
muchedumbre que parte
de soledad a soledad.
Avenidas que se llenan de espanto,
cerros de ventanas, no de árboles.
Globalización.
La poesía llega a todas partes,
el hambre, la fatiga, los riñones, el sudor,
la sangre que se detiene en tu cerebro y estalla.
BÚSQUEDA
Has salido
a buscar a Dios
en los semáforos:
el espíritu de las cosas
que dejaron su ausencia.
Se han deshabitado
miles de cielos
para saber
que la poesía
es un combate con la nada.
Estas hojas,
estas mismas palabras
que te salvan la vida,
mañana serán
fragmentos de una voz
estallando en el tiempo.
No pudiste hallar
la ruta que lleve a tu orilla.
Has renunciado a tu oficio.
Morir es alejarte de tu vientre,
cortar tu piel,
deshacer tus ojos,
seguir andando
de horizonte en horizonte
hasta perder la calma.
VIVIR Y MORIR
Cientos de astros.
Ninguno resistió
la exacta dimensión de tu mirada.
En la desolación de sus huesos
sembraste el reloj sin tiempo:
su ausencia rompió sobre nosotros.
Beberás lo que quede de su presencia,
en cada hospital
inventarás una excusa para buscarlo,
aunque sepas que no hay retorno
al final del pasillo,
porque aquí en el Perú,
compañero mío,
vivir y soñar
es encender una vela
y enfrentarse a la lluvia.
VIVIR Y MORIR
Cientos de astros.
Ninguno resistió
la exacta dimensión de tu mirada.
En la desolación de sus huesos
sembraste el reloj sin tiempo:
su ausencia rompió sobre nosotros.
Beberás lo que quede de su presencia,
en cada hospital
inventarás una excusa para buscarlo,
aunque sepas que no hay retorno
al final del pasillo,
porque aquí en el Perú,
compañero mío,
vivir y soñar
es encender una vela
y enfrentarse a la lluvia.
ACCIDENTE
Creíste morir en un accidente aéreo,
sin tumba
ni cartas
que hablaran
de las ciudades donde estuviste.
No es cierto,
sigues andando en soledades, bajo tierra,
buscando esta muerte inútil, verdadera:
trasnochar en estaciones olvidadas,
colgado en una viga
escribiendo un poema.
SIN PATRIA
Ya no hablaremos de viajes o fechas,
nos quedaremos fragmentados,
dispersos en el eco de una ciudad
a la que no pertenecemos.
El azar los hizo extranjeros.
No tuvieron patria,
su oficio era el caminar
en abismos,
ruinas,
restos de guerras en las que no murió nadie,
ya que nunca se supo
si se luchaba por un territorio
o por un instante de amor.

Gian Pierre Codarlupo (Paita, Perú, 1997) Integra el Círculo Literario “Tertulia Cero”.
Ha publicado el libro Caída de un pájaro en el mar (Universidad Nacional de Piura, 2018),
con el que obtuvo en Primer Premio en el II Concurso Nacional de Cuento y Poesía
“Huauco de Oro”. En 2017 fue Mención Honrosa en el X Concurso “El Poeta Joven del
Perú”, organizado por la Fundación Marco Antonio Corcuera. Ha participado en distintas
ferias y festivales de poesía a nivel nacional e internacional. Es parte del equipo editorial de
la Revista Mal de Ojo y de la Editorial Conunhueno. Actualmente radica en Madrid.
POESIA DE TRANSFIGURACION VERBAL. FELICITACIONES VATE DESDE SULLANA, LA PERLA DEL CHIRA; DEL ESCRITOR RICARDO SANTIAGO MUSSE CARRASCO.
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