Meridiano Con la frente inundada de peces recorro los naranjos. Anuncio que la memoria jamás fallará al subir la peña. Es allí donde está enterrado el álbum de flores disecadas el espejito y la pintura de la mujer con tacones. Busco una tarde de pelícanos frascos y caminatas de selva aullidos, moluscos y tazas de sal. Duermo sobre el escritorio en medio de tantas postales que me inventan las estaciones. Blue in Green En la radio suena la trompeta el cielo retumba entre los edificios de Nueva York. Hay que quitarse la ropa y meterse en la cama para escucharlo. Los despertadores se apagan hay tiempo suficiente adivinar el color de las prendas en las fotografías antiguas. Vale la pena abrir un directorio telefónico encontrar al que reveló las siluetas en los tocadores. La trompeta sigue sonando no hay necesidad de encender las lámparas al pisar las alfombras. Los reflectores de los autos dibujan jeroglíficos en el rostro. Colocar una silla frente a la ventana oler el café del tarro y volver a la cama esperar la noche para invocar a Miles Davis. Llamar su atención Inspirado en el bolero de Roberto Roena Te miro frente al océano tu espalda es la memoria que se desliza y deja huellas de pintura como sendero. Desde aquí intuyo tu rostro es la canoa que encuentra al mochuelo. Sano en la contemplación de tus manos que señalan la llegada del candil. Te hago llegar un vendaval recién nacido o los cimientos de unas piedras al frotarlas. Me convierto en una ráfaga de brisas hago cuencos de agua para inventar un movimiento sereno. Quizá voltees a mirar algún día. Vagabundo A Yuri Buenaventura Un muchacho moreno sale del platanal. En un cuarto estrecho un hombre llora desde la televisión. El muchacho toca las congas en el metro y París lo devora. Ha caído en el río Sena pero vuelve al metro y recuerda a Jacques Brel el hombre en la pantalla. Ha creado un universo lleno de pureza. Regresa a la tierra ébano para cantarles a los niños salsa en francés. Ha nacido África en las profundidades de un puerto lo inquietante es cómo arrastra la manigua por todo el mundo.

Estefania Almonacid Velosa (Bogotá, 1991) es periodista y magister en Estudios Literarios de la Universidad Nacional. Es autora del poemario Zalamera, un homenaje a la salsa y el bolero, de la editorial Piedra de Toque (2021). Su trabajo cronístico y literario ha sido publicado en diferentes antologías nacionales e internacionales, y en su blog de periodismo literario Los desvelados. En el 2021 fue otorgada la beca Periodismo Cultural y Crítica Literaria, del Instituto Distrital de las Artes, con el proyecto titulado: “Un recorrido por Bogotá con Emilia Pardo Umaña”. Es autora del libro Emilia por Bogotá (Idartes, 2022), crónica que busca las huellas de una de las pioneras del periodismo en Colombia, Emilia Pardo Umaña.