Poesía costarricense actual: Nicolas León-María del Valle

La niña no es una sola.

Es niebla que está llena de poros
Es humo cargado de mi sudor,
Es ceniza cargada de agua.
Hay una luna roja a tempranas horas de la mañana
Que baja al oeste, y se esconde en la bruma
Como si nadie la viera. Como si no supiera que la estábamos mirando.
Es un día que empieza como una tarde, es una mañana que se indica en la casa del vecino y
no en la casa propia.
Y hay que callar a los niños, hablan mucho,
Quien sabe lo que piensa la gente.
Pongámolos todos juntos en una olla en el piso
Para que cuando despierten bendigan el día
Por no estar en el fuego quemando.
Para que vean la mañana presionada por la ventana
Y todos los muros negros,
Y todo negro.
Y los niños se preguntarán si acaso ellos también están negros.
Si se quemó la casa
Y la olla los salvó a ellos.
Cosas de niños mientras sube el sol.
Y nosotros estaremos tomando el café.
En la humedad todo es húmedo,
No hay nada más que húmedo.
Húmedo el vapor blanco de café,
Húmedo el aire, húmedo el cielo
Húmeda la luna roja, húmeda tu mano larga
Húmedo yo de sudor de cama, con sus olores peculiares.
Húmedos y pegajosos estos niños que se han salido de la olla en el piso del cuarto.
«La casa está negra papá»
«Se quemó la casa»
Y lo mirarán con esos ojos asustados y protuberantes
De la pequeña cabeza. Y será húmeda mi risa,
Y un zanate me dará respuesta en el mañana.
Los niños se mirarán aún más asustados.
«No niños, es que es temprano. ¿Cómo explicarles? Cuando el sol madruga y se adormece da
su luz sólo a una cara de la moneda. La más buena.»
(Cuando es sol madruga y se adormece se pone bobo y generoso, se hincha cómo un
borracho, despilfarrando su luz.
«Pero yo creo que el sol se hincha más al mediodía, cuando es muy fuerte y quema»
«No, cuando es mediodía se pone como alfileres picándote».)

«Yo también vi que los árboles estaban quemados afuera, papi»
«De alguna manera el sol es el único fuego que es capaz de prender la llama en esta humedad
reshogante.
Es un fuego que quema todas las cosas, incluso a nosotros, estatuas de carbón al alba.»
Los niños ya no lo escuchaban, se habían ido corriendo adentro y se habían vuelto a
amontonar en su olla, temiendo ser transformados en estatuas de carbón en la mañana.
La habitación era el lugar más oscuro de la casa a esas horas, todo negro.
Lo único que vieron fue el resaltar de la ventana entre
Colores dando zancadas hacia el gris-azul más maduro.
El café se estaba enfriando,
La luna había desaparecido,
Las aves tímidas empezaban a cantar.
El rostro de ella tan húmedo,
Mucilaginoso.
Se levantó y le dio un beso, húmedo
Y su boca quedó seca.
Y su mujer húmeda en la bruma
Empujada al mar,
Por el nuevo día por empezar.



Piedades

A los niños les dijeron que no hay que meterse descalzos en los potreros

donde el pasto está seco. Eso se lo dijeron ayer.
Dicen que si uno lo hace los pies se amarillentan y se secan
como hojas arrancadas y dejadas solas solitas toda la tarde en el patio.
Los niños se metieron a un potrero donde el pasto estaba alto y seco,
muy seco. Pero no se fijaron en ese momento, por que los niños nunca se fijan, o talvez solo
vieron la cantidad de guayabas en el suelo maduras, vieron los gusanos blancos en pulpa,
sintieron el olor dulce a guayaba dulce y rosada bien madura
y no el olor áspero a guayabas verdes, que son duras como piedritas y sirven solo para jugar a
la guerra.
Los niños sintieron mucha hambre y se treparon al árbol
de guayabas; los niños son así, felices,
más aún cuando uno más alto en las ramas comienza a tirarle guayabas doradas a los de más
abajo. Algunas las tiran al suelo, donde se aplastan y hacen una masa densa, dulce y
polvorosa que pronto se llena de avispas.
Los niños comen las guayabas y escupen las semillas.
El sol, convertido en una gran guayaba, se pone.

"... oigan, vean que el sol no es rojo. no ve la cantidad de espejitos blancos que parecen las
hojas?"
"si.. y que"
"eso quiere decir que la luz es blanca, y el sol es blanco también"

Nadie le creyó y siguieron comiendo guayabas y tirando otras llenas de moscas al suelo.
cuando el sol se puso se dieron cuenta de que habían dejado las chanclas lejos allá debajo del
árbol. se dieron cuenta que en el potrero la tierra estaba seca, muy cuerosa.
Nadie se atrevió a bajar.
Aunque escucharan los gritos de sus madres, los insultos de los padres
gritando "pendejos",
Tuvieron miedo.
y cuando el miedo sabe a guayaba
y cuando el miedo sabe a guayaba
y cuando es dulce
y lleno de semillas

el sol se pone
y el alma del niño
no es más roja

es blanca.



El día de los yigüirros

«nunca mires el cielo» me dijo mientras corría a guardar su machete.

Acababa de caer un rayo, no, no solo cayó. Un rayo nos golpeó en pleno pecho y dentro algo
se soltó y dio dolores. Levantamos un poco los ojos a las nubes por susto, por respeto, y
alguien nos aferró con dos manos el cuello y la base de la nuca, sus manos ásperas
presionaban los huesos del cráneo a través del cabello, moldeándonos en una sola cabeza,
nuestras vísceras frescas amontonándose dentro cómo esta masa de nubes.

Sonó otro trueno, dijeron después, y empezó a llover duro, un aguacero fuerte,
los árboles doblándose y se tapó el cerro cómo en una niebla de granizo dura.

Aquel día que paró de llover y se despejó la tierra de los charcos
Bajo las pisadas de las botas, en los montes de zompopa hallaron
Dos cráneos destrozados.

De allí en adelante los yigüirros nunca dejaron de cantar
yi-i-güi y-i-güi los yigüirros allí gritan mientras comen zompopas,
yi-i-güí yi-i-güí yi-i-güí los yigüirros allí gritan;
allí es donde se lamentan los yigüirros mientras devoran zompopas.

las nubes no se miran, nunca.

me lo ordenaron esta mañana los señores que me hospedan aquí,
me tienen cariño, y saben que tanto yigüirro no es bueno:

muchos montes de hormiga roja tienen entre el maíz.

Nicolas León-María del Valle nació en el 2008 en San José, Costa Rica. Es un apasionado de la literatura hispana, filosofía, y poeta. Además se dedica a la botánica y agroecología. Es el fundador del proyecto dedicado a esas temáticas llamado Huertas Chayamansa. En el 2023 estuvo escribiendo una colección de poemas y cuentos llamada Onirismos y desde finales de ese año hasta el día de hoy está escribiendo un poemario llamado Esperanza y Abandono. De este último poemario tiene publicados unos poemas en una revista digital del Perú.


			

Yugoslavia, mi tierra: entre la orfandad y la búsqueda de uno mismo entre los escombros

Por: Luis Miguel Tapia Bernal

Este año en mi cumpleaños, recibí una novela extraordinaria que leí como se bebe un buen vino, saboreando y degustando cada página, sorbo a sorbo. Una obra inquietante, sensible y profunda, de esas joyas que aún pueden encontrarse en medio de esta sociedad líquida donde los libros son un objeto más de consumo, pensados únicamente para vender con fórmulas garantizadas que, en el mejor de los casos, son simplemente buenas narraciones sin más.

El libro es Yugoslavia, mi tierra, del esloveno Goran Vojnović (Liubliana, 1980) quien estudió comunicación audiovisual, es guionista, director de cine y televisión. La edición está a cargo de Libros del Asteroide, con una traducción impecable de Simona Škrabec que nos ofrece notas muy precisas y valiosas para poder comprender aún mejor el contexto, las palabras, el sentido y los personajes o acontecimientos históricos involucrados. De momento en español, es el único libro traducido de este escritor, que ya es considerado de los mejores de su generación. Ha publicado artículos, poesía y su obra ha sido traducida a varios idiomas.

La historia tiene una premisa aplastante: un hijo cree que su padre murió y años después, buscando en internet, no sólo descubre que está vivo, sino que está acusado por crímenes de humanidad en la guerra de los Balcanes, por lo que decide empezar su búsqueda, en medio de los recuerdos, el desconcierto y una serie de destinos rotos, donde la guerra, que es herencia de años y que marca generaciones va dejando cenizas a su paso.

Vladan, el protagonista, perdió su mundo y su país. Un día inesperado, debe dejar su ciudad natal cerca del mar y se va sin despedirse de sus amigos con los que compartía códigos y aventuras. Las familias del ejército debían salir para, ¿ponerse a salvo? Ahí comienza un desplazamiento y un mundo que se rompe cada vez en pedazos más pequeños, que le hace perder su idioma, su identidad y lo lleva directo a la orfandad y la soledad más profunda. Así pasan los años y conoce a Nadja, su novia, con quien vive, pero con quien no puede abrirse, porque su pasado es un tormento al que no quiere volver. Es entonces cuando comienza el camino detrás de las huellas de su padre, entre la esperanza, la duda, la guerra interna, la contradicción y el miedo.

La novela se sostiene en todo momento en un equilibrio entre la precisión y la sensibilidad, con una arquitectura que va mezclando el pasado y el presente, las ciudades, los países, las ideologías, los extremos, el trasfondo político, los ecos de una guerra, la desconfianza que se respira en el aire, la música y sus consignas, Eurovisión, los partidos de futbol, los vecinos, las tardes llenas de momentos memorables en medio de lo cotidiano que se valoran profundamente justo cuando ya no están, los abrazos fraternos, los juegos, las bebidas que desaparecen, los padres de otro tiempo, los secretos, las explicaciones, los que fueron y ya no pueden ser.

A lo largo de las páginas toca muchos temas que va desmenuzando e interpelan al lector. La ceguera elegida que todos en algún momento tomamos como salida ante una realidad dura y terrible. La dualidad o las muchas formas que una misma persona puede adoptar ante las situaciones. La relación tan compleja entre padres e hijos que cargan su propia historia y sus secretos. El duelo y sus muchas caras para afrontarlo, postergarlo o dejarlo abierto permitiendo que se convierta en un fantasma que aterra y persigue con los dientes afilados del dolor que te muerde y no te suelta. El amor y sus formas, y esa vida que va mucho más allá del blanco y el negro, donde las víctimas son perpetradoras y los perpetradores fueron, son o serán víctimas. La huida como única forma de vida que te convierte en un cobarde que sólo sobrevive. Hasta que enfrentas el miedo, lo miras a la cara y confrontas todo aquello difícil de procesar. Aunque hay experiencias tan complejas que no es sencillo acomodar, pero que al menos al mirar de frente permiten poder tejer la vida en donde se rompió.

Es un libro lleno de contrastes, donde no es necesario juzgar, señalar, o meter una moralidad que entorpece el fluir de la vida y menos en una guerra donde los códigos cambian por completo, ya que se despliega toda una serie de propagandas, fichas que se mueven, heridas que se reabren, elecciones personales o simples respuestas ante los acontecimientos abrumadores. Lo cual no significa dejar de señalar los actos, sino poder mirar un panorama más amplio como el que logra ir trazando Vojnović.

Hubo una frase en especial que quedó retumbando en mi: «La soledad es el lastre de todos aquellos que sueñan que son inocentes». Esa inocencia que se busca preservar para poder vivir, a veces elegida y otras como producto de las acciones, las respuestas, los patrones que surgen y no se cuestionan, aunque se mantienen en el tiempo, pero al verlos perdemos la inocencia para adueñarnos de lo que nos toca. Pretender la inocencia ante las situaciones en las que interactuamos es garantizar el abandono de uno mismo.

Espero puedan leer pronto esta gran novela y deseo que se traduzcan y lleguen más libros de este prometedor escritor.


Goran Vojnović (Liubliana, Eslovenia. 1980)

Estudió comunicación audiovisual, es guionista, director de cine y televisión.


Luis Miguel Tapia Bernal (México)

Sociólogo y psicoterapeuta. Autor del libro: Las intermitencias del amor (2019)

Poesía mexicana actual: Johana Rascón

Johana Rascón (Chihuahua, 1995). Licenciada en Letras Españolas por la UACH. Autora de Migraciones (Tintanueva, 2018) y Entre las hojas (Sangre Ediciones, 2024), poemario con el que obtuvo el Premio Estatal de Literatura Joven “Rogelio Treviño” en 2023. Fue beneficiaria del FOMAC (2020), textos suyos aparecen en diversas antologías y revistas digitales. Actualmente es docente y miembro de la Revista Fósforo. Literatura en breve. 

Poesía mexicana actual: Luis Fernando Rangel

Poesía costarricense actual: Guillermo Acuña


Guillermo Acuña González (Costa Rica, 1969).


Sociólogo con una especialidad en comunicación social. Docente universitario, investigador social y especialista en temas migratorios a nivel regional centroamericano.
Como escritor, perteneció al Taller de Literatura Activa Eunice Odio en Costa Rica, entre 1990 y 1993. En poesía ha publicado 9 libros en Costa Rica, Guatemala, EL Salvador y España y en cuento dos libros en Costa Rica y Guatemala. En el año 2020 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría en la rama de ensayo, por una publicación sobre migraciones en Centroamerica. Ha sido invitado a Festivales de Poesía en Colombia, México, El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica. Desde 2020 conduce un espacio de comunicación virtual sobre arte llamado “Zona de recarga”, en el cual conversa con personas artistas de América Latina y El Caribe. Este programa puede ser consultado en sus redes sociales y su Canal de Youtube Zona de recarga.

Poesía mexicana actual: Iliana Hernández Arce

Iliana Hernández Arce. Guadalajara, Jal.  Becaria del CECA 2013. Ha publicado los libros: Suicidario (2013). Relámpago Inmediato (2017) Trend (2017;2019). Alas de papel volando (2018), Negrario (2020). Nuevo diccionario de las palabras que debieron desaparecer pero garabarean una moda insidiosa (2022;2023). Fundó y dirige el taller de poesía y autoficción Calle de Cervantes. Produce y conduce el programa radial Poesía on the rocks desde 2016.

Poesía colombiana actual: Ayran Riascos Mondragón


Ayran Riascos Mondragón (1993)

Es un poeta trans caleño, licenciado en lenguas extranjeras y formulador de proyectos en la Universidad del Valle. Ha sido conferencista y poeta invitado del Festival Internacional de Poesía de Cali en sus ediciones XX, XXI y XIII. Ganador del primer puesto en la categoría adultos del XV Concurso de Poesía Inédita de Cali. En noviembre de 2021, publicó su primer libro El que camina gracias a la Convocatoria Nacional de Estímulos 2021 del Ministerio de Cultura. Sus poemas han sido publicados en diversas antologías y revistas colombianas y del exterior.

Coral Mamífera: La historia negra se pasea del pacífico al caribe, dejando rastros escritos en su andar

Kari Obando
Coral Mamífera
Nueva York Poetry Press, 2023
88 páginas


Por: Silvia Elena Guzmán

Como el negro cruzado con el indígena, de acuerdo con la clasificación colonial, daba origen al zambo, algunas personas, haciendo una confusión inexplicable, han expresado que el guanacasteco desciende de los zambos mosquitos. Esto muestra en cierta forma un grado de ignorancia bastante grande acerca de nuestra historia. El zambo del Pacífico Norte de la actual Costa Rica es más bien el llamado “cholo” guanacasteco, en el que subsisten numerosos rasgos negroides, por caso el labio grueso, la nariz chata o el cabello “pasudo” o más bien “pasuso”, como se dice hoy en Costa Rica.
-Carlos Meléndez, Quince Duncan; El Negro en Costa Rica

He declarado ya en cada oportunidad que tengo, que mi interés en la escritura y en el estudio de lo literario tiene un mandato irrevocable por el presente. Y si bien valoro y respeto los estudios sobre la literatura que nos precede, así como es de mi entender la gran necesidad de las genealogías literarias, especialmente cuando de literatura de mujeres se trata; me pesa una voluntad por las letras contemporáneas, por aquellas que hoy se abren camino para manifestarse vivas, por hacer parte de la historia latinoamericana. 

En la era de la sobreinformación y desinformación vale la pena ensanchar el presente y tomar un momento de calma para mirar desde el análisis crítico, lo que se escribe hoy: un hoy extenso que se sobrepone a los horarios de la productividad neoliberal, un hoy simbólico que habla de diversidad, visibilidad y resurgimiento. Es por lo anterior que en este pequeño ensayo me dispongo a la exposición del contexto y del texto del libro Coral Mamífera (Nueva York Poetry Press, 2023) de la joven escritora afrocostarricense Kari Obando (1994, Guápiles, Costa Rica).

Kari es una mujer caribeña afrodescendiente, creció siendo la “negrita” en medio de una familia blanca, del caribe norte de Costa Rica. Sin embargo, su sangre negra viene del otro lado del país, ella es afroguanacasteca, hija de aquella gente zamba, chola, de la tierra donde la historia de áfrica se fusionó con el maíz haciendo aportes fundamentales a la música, la comida, la agricultura y la cultura en general, que hoy sobrevive en este territorio colonial llamado Estado Costarricense. (Comunicación personal, 28 de agosto 2023)

La poeta reside en el Caribe Sur del país desde hace más de cinco años. En la comunidad de Cahuita tuvo la oportunidad de realizar su trabajo final de graduación para optar por el título de licenciatura en sociología. Su trabajo académico fue sobre el cuidado comunitario de las mujeres lideresas y cocineras de Cahuita, en medio del periodo más crítico de la pandemia del Covid 19. Tal investigación la llenó de una sensibilidad que no cabía dentro de la rigidez académica, es ahí donde nace la poesía de Coral Mamífera. En medio de la sensibilidad poética de una mujer-mamífera que crece y vive mezclada con el mar. (Comunicación personal, 28 de agosto 2023)

La autora es heredera y escribe en medio y desde dos plataformas literarias en Costa Rica. Por un lado, la herencia de las grandes poetas afrocostarricenses, tales como Eulalia Bernard, Delia MacDonald, Shirley Campbell y Queen Nzinga Maxwell, pues Coral Mamífera es un libro de historia negra, pero no es un libro sobre “La Historia Negra”. Más bien Kari, como es ya un estilo estético en las poetas negras costarricenses, cuenta la historia afrodescendiente desde un yo lírico plural que representa los pueblos afro del presente, del pasado y los pueblos ancestrales. En el libro hay claves metafóricas para entender desde la sensibilidad y no desde la razón, la historia de la africanidad y la negritud en Costa Rica y América Latina.

Recuerda esta forma de escribir de Kari aquellos versos de la primera mujer afrodescendiente en publicar un libro en Costa Rica, dice el poema “Mi amiga Historia” de Eulalia Bernard (Barahona Riera, 2023):

Mi amiga historia
estás conmigo
cuando todos se han ido.

Por ti
querida historia
trafico los ritmos
del tam-tam.

El tam-tam nos recuerda que, en la historia negra las cosas se cuentan desde los símbolos de la cultura, “Mi tribu es una canción” dice Delia McDonald (2023). Esta manifestación cultural, evoca lo cotidiano, lo festivo y por tanto esta historia no es privada, no está quieta, ni es una sola, si no por el contrario es colectiva, popular y abierta. Pero también es una historia con muchos elementos místicos y ancestrales, una historia que se gesta en lo doméstico. Lo doméstico que es femenino, colectivo y poderoso; y que no se parece en nada a la premisa de privacidad y subyugación del patriarcado blanco o a las interpretaciones del feminismo hegemónico sobre este. Dicen los Versos de Delia MacDonald (2011):

XI
Como todas las negras,
mis tías saben coser.

Por las tardes
construyen vestidos,
e ilusiones de los retablos de las colchas
y, a veces,

“igual que yo”

Oyen voces;

es el hilo
con que tejieron sus
vidas.

Estas poetas negras saben que escriben una historia de la otredad, pero desde su condición de “margen” no piden permiso para tomar la palabra, más bien la arrebatan con justicia entre sus versos. El poema “El Encuentro” de Shirley Campbell retrata exactamente ese gesto de las mujeres negras sabedoras de su pasado y su presente, que se enfrentan con LA HISTORIA, desenmascarándola para contar las verdades del borramiento y la negación de la cultura y el poderío africano y afrodescendiente. Pero en los últimos versos del poema, la poeta reconoce la necesidad de una historia, dejando abierta la posibilidad de reescribirla desde los lugares que han sido silenciados.

El Encuentro
Después de todo era necesario desenmascarar la historia
y hacerla escupir con sangre la verdad.
Era necesario sentarla frente a los nuestros y hacerla hablar
entonces habló.

Era necesario desenmascararla
eran muchos años de estar esperando
era mucho tiempo detrás de los otros
…le amarré los brazos
…la miré a los ojos
…la pateé en el vientre
…le pegué en la cara
…y escupió llorando
toda la verdad

yo la sentí muriendo
…yo estaba llorando
…es que no se puede vivir sin historia …no se pueden criar hijos sin historia (entonces sentí pena por ella)
se lo merecía
era necesario desenmascararla
y hacerla escupir con sangre la verdad.

Kari, conoce la poesía que la precede, la exalta, pero devenida de su ser guanacasteco, la autora une en su cosmovisión negra, lo guanacasteco y lo caribeño. Coral Mamífera es un libro del encuentro de la negritud ancestral, que se manifiesta en este presente, en la voz de una poeta joven.

II
Acariciame
este rizado cabello
que se vuela entre
noches y espíritus.
Escúchalos
y sáname la pena
con tus remedios.

III
Toda la casa huele al chicheme
con el alimentaste a tus hijos
tus nietos
al pueblo.
Cociname
con esas manos
de olores madersos
hechas de ceniza.

De la característica de mujer joven se enuncia el segundo espacio simbólico desde el que escribe Kari. Las poetas jóvenes costarricenses ya no están en las sombras y aunque las posibilidades de publicación son aún de acceso limitado, es evidente que en los últimos años las poetas jóvenes están tomando un espacio en la escena literaria del país. Entre el 2012 y el 2022 podemos nombrar una lista de 181 poetas con libros de autoría propia, algunas de ellas con más de una publicación y 14 de ellas con libros publicados en los últimos 5 años. Es cada vez más frecuente la inclusión de poetas mujeres jóvenes en antologías, festivales literarios y escenarios poéticos. Y principalmente son cada vez más los espacios poéticos y literarios (simbólicos y materiales) gestionados por mujeres jóvenes.

Citar una corriente o estilo literario único para la poesía de mujeres en Costa Rica es imposible sin embargo autoras como Magda Zabala, precursora del estudio de la literatura de mujeres en el país nos habla de un sistema tripartito en la poesía de mujeres,

para Zavala (1999), el cuerpo de las mujeres se convierte en espacio sociocultural y de poder (coloca a Ana Istarú como ejemplo) y el amor en puente de conocimiento. Por tanto, las mujeres forman un sistema tripartito en sus poemas: erotismo, poder y creatividad, para lograr romper con el discurso falocéntrico y autorregenerarse a partir de un erotismo militante. (Arroyo Carvajal, 2021, p. 83)

Si bien la poesía de mujeres en Costa Rica se ha caracterizado por ser principalmente antipatriarcal desde la reivindicación del cuerpo. Las nuevas autoras han traspasado a la poesía erótica (que sigue estando vigente y siendo necesaria) para hablar también de otros tópicos que las preocupan y las emocionan. Ellas han salido con sus versos a demostrar su rol de poetas más allá de ser mujeres. El rol político de las mujeres poetas jóvenes ya no es solo un rol feminista (en el sentido del feminismo blanco hegemónico antipatriarcal) ellas están hablando y filosofando de la vida desde múltiples perspectivas.

Esto no solo lo están haciendo las mujeres jóvenes poetas en Costa Rica, lo están haciendo las mujeres en todo Abya Yala reivindicando el ser político de las mujeres, más allá del feminismo antipatriarcal, blanco y hegemónico. Las mujeres están hablando desde muchos frentes para ser entendidas como sujetos pensantes, utilizando consignas políticas en todos los aspectos de la vida social.

Algunos movimientos importantes en la región se posicionan precisamente contra la historia racista, colonialista y cis-heterosexual que en muchas ocasiones ha defendido el movimiento feminista blanco. Y desde la otredad se pronuncian para hablar de sus luchas como mujeres negras, indígenas, mezcladas, racializadas, trans, lesbianas, bisexuales entre otras identidades subalternizadas. Pero no solo de sus luchas en específico, sino que, desde una epistemología de las mujeres, también se enuncian sobre ciencia, economía, política, ecologismo, salud, cultura, educación, por mencionar algunos temas. Al decir de Audre Lord ya no están hablando desde la casa del amo, ni con las herramientas del amo, ni para los usos del amo, si no con sus propias herramientas y para sí mismas, desde sus símbolos, signos, cosmovisiones y escenas, para desmontar las estructuras de la opresión.

Coral Mamífera, aunque es un libro profundamente femenino, es un libro que trasciende lo femenino. Es un libro donde no hay jerarquía entre el ser afrodescendiente o el ser mujer, es un libro imbricado, interseccionado. Un libro sincero que nace de la piel de una mujer afrodescendiente que se busca en su propio vientre los cordones umbilicales del mar, para hablarle a la historia de su pueblo. Este libro ha sido escrito por una mujer costarricense, pero en él hay claves metafóricas para entender desde la sensibilidad, la historia de la africanidad y la negritud en toda Abya Yala.

En el libro habitan monstruos marinos que no son ni lo suficientemente terroríficos, pero tampoco del todo bondadosos:

De cuerdas y memorias

la madre de todas las madres que mece serena
a los hombres que misteriosamente se hunden
y luego vuelven sanados
a alimentar monstruos ocultos
en los arrecifes

Además, son manifiestas las prácticas tradicionales y cotidianas alrededor de la pesca y la cocina:

Soul food

Danzan las diosas migrantes
las ancestras
encienden los fogones de los hambrientos
sazonan los huesos de la ofrenda
susurran los secretos.


Por otro lado, la condición diaspórica, migratoria y de tránsito de los pueblos negros delinean la identidad de los personajes:

Los ojos de Oshun

Encallan las embarcaciones extraviadas
con migrantes hechos semilla
derramados sobre los suelos.

El libro es también un espacio para las Orishas que elevan los versos de “simple” poesía a cánticos y oraciones.

Renacer

Le hicimos
casa de madera a las diosas.
Nuestra palabra es el grito
reencarnado de nuestras abuelas.
Renacemos
sobre el designio de sus silencios.

Por último, la tradición herbolaria se manifiesta y nos señala un camino para buscar respuestas a los males del cuerpo y del alma.

Madre negra

Las semillas germinan
en la tierra de las manos
hombres que pescan y siembran
bajo los soles
hombres de raíces antiguas
siempre náufragos
regresan a su madre negra
toman su brebaje
heredan los mapas secretos
continúan la ruta

Danza a mis orígenes

Cupertinas susurran a sus nietas
los misterios del brebaje
en el telar del tiempo.

En Coral Mamífera la historia negra se cuenta desde la negritud no desde afuera, una negritud que no vive atada a la esclavitud pasada o el racismo histórico y contemporáneo, si no que, en medio de las cadenas, se levanta al mejor estilo cimarrón para gritar VIDA y LIBERTAD. Cierra uno de los poemas del Libro y cierro yo este acercamiento a la poesía de Kari Obando con estos versos:

somos libres
felices
negros
dueños del amanecer.






Bibliografía

Arroyo Carvajal, Y. (2021) ¿Nueva poesía, poesía joven, poesía contemporánea o poesía actual? Campo de disyuntivas, tensiones y ambivalencias en la crítica e historiografía literarias costarricenses. Repertorio Americano. Segunda nueva época (31) 53-118.

Barahona Riera, M. (2023). Eulalia Bernard, IN MEMORIAM. Revista Herencia, 36(1)146-156.

Campbell Barr, S y MacDonald, D. (2011) Palabras Indelebles de Poetas Negras. Universidad Nacional.

Obando, K. (2023) Coral mamífera. Nueva York Poetry Press.



  1. Me refiero a Katherine Quirós Bonilla (1996), Melissa Valverde Gamboa (1996) , Valeria Morales Núñez (1995), Joselyn López Rojas (1992), Elizabeth Echemendía (1992), Silvia Elena (1991), María Macaya Martén (1991), Johana Picado Vargas (1989), Ana Luisa Mora (1989), Carolina Quintero Valverde (1989), Carolina Campos Solís (1988), Carmen Quintero Valverde (1988), Alejandra Valverde Alfaro (1987), Alelí Prada(1998), Katherine Pérez Fernández(1992), Daniela Herrera Arguedas (2005), la misma Kari Obando González (1994) y Estíbaliz Solís Carvajal (1986) (esta última es considerada en esta lista pues al momento de las publicaciones de sus libros Memoria mala (2020) y Los taxis nunca vendrán vacíos (2009) era una persona joven según lo indica la ley costarricense). ↩︎


Kari Obando

Nació en Guápiles, Limón, habitante de Cahuita, comunidad costera- tribal afrodescendiente

Autora de Coral Mamífera, 2023 Nueva York Poetry Press

Escritora y socióloga caribeña, egresada de la Universidad Nacional de Costa Rica. Se ha desempeñado como gestora social en instituciones como el Ministerio de Cultura, Juventud y la Universidad Nacional de Costa Rica y en organismos internacionales.  Ha desarrollado su trabajo profesional y literario en el Caribe costarricense. Se reconoce como afro activista, antirracista y forma parte de la Red de Juventudes Afrodescendientes (REDJA). Ha participado en festivales de poesía, congresos académicos y espacios de activismo en Costa Rica, Colombia, Ecuador, México, El Salvador y Barbados. Su obra se encuentra publicada y traducida en revistas nacionales e internacionales.

Sus poemas circulan en diversas revistas, antologías y suplementos virtuales y físicos, ejemplos de ellos: el blog Lisez, c´est costaricien, y las antologías Nueva poesía costarricense, de Byron Ramírez, Desacuerdos, de Editorial Eva, Revista Cardenal, México. Tiberíades: Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos, Salamanca, Revista Comunicación. Año 43, volumen 31, número 2, julio-diciembre, 2022. Instituto Tecnológico de Costa Rica. ISSN: 0379-3974/e-ISSN1659-3820


Silvia Elena Guzmán Sierra (1991)

Es Máster en Derechos Humanos y Educación para la Paz. Es también parte de la Colectiva Jícaras. Ha publicado artículos, poemas y cuentos en diferentes revistas y antologías nacionales y latinoamericanas. Es autora del libro de poesía Juana (Editorial Eva 2020) y Enfermas de Juventud de narrativa corta (Editorial Bosque 2021). Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés y al portugués. Ha participado en diferentes festivales poéticos nacionales y centroamericanos tales como la Fiesta Nacional de la poesía en 2017, Feria Internacional del Libro 2018 y 2019, Encuentro de la Espera Infinita 2020 y  Festival Internacional de Poesía Costa Rica 2020, II Encuentro Centroamericano de Escritura de Mujeres Ojo de Cuervo: Deshilar las Costuras de la Nación. Actualmente es asesora en género, diversidades y juventudes para agencias de Naciones Unidas en Costa Rica y el Programa Integral Transfronterizo (Argentina-Bolivia). También es investigadora en temas de género y derechos humanos, y coordinadora de la revista Repertorio Americano en el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional.

Poesía rumana actual: 4 poemas de Mihaela Moscaliuc traducidos al español por Frances Simán

  1. Tobă, lebăr, caltaboș, jambon, kaizer y slană son cortes de carne de cerdo. [N. de la T.] ↩︎
  2. Corazónencallado, n. de corazón + encallar, atar un barco al ancla (Del Diccionario de emociones oscuras 151 de de John Koenig). [N. de la T.] ↩︎

Mihaela Moscaliuc

Nació y creció en Rumania. Ha publicado los poemarios Cemetery Ink (2021), Immigrant Model (2015) y Father Dirt (2010), tradujo Clay and Star de Liliana Ursu (2019) y The Hiss of the Viper de Carmelia Leonte (2014), es la editora de Insane Devotion: On the Writing of Gerald Stern (2016), y coeditora de Border Lines: Poems of Migration (2020). Recibió dos premios Glenna Luschei (en poesía y prosa, respectivamente) otorgados por Prairie Schooner, también ha recibido becas de residencia otorgadas por Chateau de Lavigny (Suiza), el Virginia Center for the Creative Arts, y la organización MacDowell, así como dos becas de artista del Consejo de Estado de Nueva Jersey en las Artes y una beca Fulbright. Moscaliuc dirige el Programa de Maestría en Inglés en la Universidad de Monmouth (Nueva Jersey), donde enseña escritura creativa y literatura. https://www.mmoscaliuc.com/


Poesía mexicana actual: Lizzie Castro

Lizzie Castro (Guadalajara, 1980). Escribe poesía. Es gestora y promotora cultural. Ha hecho colaboraciones en revistas y blogs en México y en el extranjero. Es fundadora del proyecto poético Inubicables. Su obra se ha compilado en diversas antologías impresas y digitales. Crisálida neón (Mano Santa Editores-Bonobos, 2021), es su primer libro de poesía. Aurora: los espacios se juntan, se encuentra en proceso editorial bajo el cuidado de la Dirección de Publicaciones de la SCJ. (re) versos Instrucciones para no poemas libro escrito a 14 manos inubicables se publicará en el 2024 con el apoyo de CECA Jalisco.
 
FB: Lizzie Castro y Lizzie Castro Poeta Rouge
IG: @lizzierouge
YT: Lizzie Castro
WEB: www.inubicables.com